El n¨²mero de muertos por el maremoto en Pap¨²a alcanza los 3.000

Numerosos cad¨¢veres segu¨ªan ayer flotando sobre las aguas de la albufera de Sissano, mientras continuaba la b¨²squeda de las centenares de v¨ªctimas del maremoto que azot¨® en la madrugada del pasado s¨¢bado el litoral norte de Pap¨²a-Nueva Guinea. La cifra de cad¨¢veres contin¨²a aumentando de hora en hora. Las autoridades temen que la cat¨¢strofe haya podido causar al menos 3.000 muertos. Adem¨¢s existen serios peligros de infecciones.

Los equipos de rescate se concentran en las labores de auxilio a las miles de v¨ªctimas, aunque el profundo hedor de los cad¨¢veres en descomposici¨®n y la visi¨®n de decenas de cuerpos infantiles hacen muy penosa la tarea. Rebasan ya el millar el n¨²mero de muertos confirmados, pero John Tekwie, gobernador de la provincia de Sepiko Occidental, el ¨¢rea donde se concentr¨® la cat¨¢strofe, cree que es muy probable que el resultado final supere los 3.000, un resultado que se acercar¨ªa a los 4.000 que provoc¨® la erupci¨®n del sure?o volc¨¢n papuano Lamington en 1951.Visiblemente conmovido, el primer ministro, Bill Skate, se intern¨® ayer en la jungla para buscar a las personas que han huido al interior por temor a nuevas olas gigantes, como las que devastaron el s¨¢bado en la madrugada siete aldeas. "Es la peor tragedia que jam¨¢s nos haya ocurrido", dijo Skate. Ahora el temor es de que la putrefacci¨®n de los cuerpos sin enterrar pueda hacer brotar una grave epidemia. "No s¨®lo se puede oler la muerte, sino tambi¨¦n las heridas infectadas", confesaba ayer un funcionario local.

Enterrar cuerpos

"Tendremos m¨¢s problemas sanitarios si no conseguimos recuperar los cad¨¢veres que se descomponen en el agua", manifest¨® a la cadena de radio australiana ABC el coordinador del Departamento de Desastres papuano, Ben Stead Taru. "A¨²n m¨¢s desastroso ser¨¢ si no conseguimos enterrar los cuerpos sin vida para evitar la contaminaci¨®n del agua", agreg¨® Taru.Muchas de las v¨ªctimas son ni?os demasiado peque?os para correr y trepar a los ¨¢rboles y evitar ser tragados por las olas gigantescas de hasta diez metros de altura que arrasaron la zona. La aldea m¨¢s afectada fue Warqapu, donde se calcula que medio millar de sus 1.300 habitantes haya perecido.

Los supervivientes no tienen siquiera tiempo de llorar a sus familiares. Algunos de los cuerpos son incinerados y otros sepultados a falta de f¨¦retros en improvisadas tumbas. Se estima que unas 10.000 personas viven en la zona siniestrada. El maremoto fue provocado por un se¨ªsmo de 7 grados en la escala de Richter.

Australia ha enviado a Port Moresby, la capital papuana, aviones militares con alimentos, agua y personal m¨¦dico. Tambi¨¦n Nueva Zelanda se ha movilizado para proveer ayuda sanitaria a los heridos, que se amontonan en los puestos de auxillio.