Cuba para todos

"Que te importa que te ame si t¨² no me quieres ya": Veinte a?os, para empezar suave. Que luego la gente se anima y ya no hay quien les meta un tema a media luz. El truco de Albita. Cuesti¨®n tambi¨¦n de aclarar su filiaci¨®n. "M¨²sica de la isla de Cuba", dijo. Ni una alusi¨®n a la pol¨ªtica. "Qu¨¦ culpa tengo yo (de haber nacido en Cuba)", cantaba m¨¢s tarde en una composici¨®n propia que se presta a interpretaciones. Una rocambolesca huida de Colombia a Estados Unidos, v¨ªa M¨¦xico, en 1993, le llev¨® a convertirse en una de las atracciones de Miami.

Con admiradores como Madonna o Versace, Albita Rodr¨ªguez perdi¨® el apellido, cambi¨® de casta?a a rubia, visti¨® ropa de marca y dio que hablar por su sexualidad. Lo realmente importante es que ha estilizado la m¨²sica cubana tradicional: Albita propone un programa para todos los p¨²blicos.

Tiene tremenda voz y dominio del escenario. Nadie lo negar¨¢. Uno de sus problemas es precisamente c¨®mo lograr transmitir ese caudal de energ¨ªa al soporte discogr¨¢fico.

Y en esas anda Albita, que se marc¨® un zapateado a lo Fred Astaire. Estuvo sembrada en un di¨¢logo con un espectador, sobre el orden de los factores y el producto: al incauto se le hab¨ªa ocurrido alterar la secuencia del estribillo "pide, coge y goza la cachimba".

Cant¨® Qu¨¦ manera de quererte, su mayor ¨¦xito, y brome¨® con los supuestos or¨ªgenes del rap: "Es cubano, lo que pasa es que los negritos de all¨ª se lo quieren coger". Rape¨® sobre compases de Pare cochero y El manisero, y lleg¨® Que viva Chang¨®, con Albita moviendo el pa?uelo rojo, que en la santer¨ªa identifica al oricha mujeriego y pendenciero.

"Santa B¨¢rbara bendita", suele cantar Celina Gonz¨¢lez, reina de la m¨²sica campesina en la que Albita bebi¨® de ni?a. La invoc¨® con la misma convicci¨®n.