El traje nuevo de Jordi Pujol
Ni los m¨¢s cerriles adversarios de Jordi Pujol, entre los que para mi desdicha sin duda me encuentro, habr¨¢n podido reprimir un sollozo de dolor al verle de colega con Beiras y Arzalluz. Y es que incluso sus cr¨ªticos m¨¢s impenitentes estamos persuadidos de que nuestro caudillo nacional est¨¢ hecho de otra madera. Como en el conocido chiste de catalanes, no nos cabe la menor duda de que "el nuestro es mejor". ?De verdad se puede comparar nuestro Jordi, un pol¨ªtico de tomo y lomo, dem¨®crata intachable, h¨¢bil negociador, con el carlista de Bilbao o la luminaria galaica? Esto es una barbaridad. O lo era hasta la semana pasada.Les vi y les escuch¨¦. Arzalluz andaba amostazado porque le hab¨ªan cerrado su Egin, as¨ª que se permiti¨® darnos unos consejos con ese desparpajo de ide¨®logo de campanario perfectamente irresponsable que le caracteriza. Dijo: "?Y por qu¨¦ vosotros, los catalanes, ten¨¦is que ser gobernados desde Madrid? ?No pod¨¦is gobernaros mejor vosotros mismos, como los holandeses?". Todos los taxistas abundaron. Fue algo fant¨¢stico. Podr¨ªa haber soltado la misma soflama en Cartagena: ?acaso los cartageneros no pueden gobernarse a s¨ª mismos como los de Luxemburgo? O en Zahara de los Atunes, que son muy suyos. Ese paranoico que est¨¢ lanzando a su pa¨ªs al suicidio querr¨ªa vernos arder a todos en la misma hoguera.
D¨ªas atr¨¢s aseguraba: "Maragall dice que no se toma en serio el nacionalismo. ?Pues no sirve para la pol¨ªtica! Porque el nacionalismo es lo m¨¢s actual que hay en Europa". Deb¨ªa de referirse a Kosovo, Bosnia, Chechenia, Irlanda, y cosas semejantes, porque, si no, nadie sabe de qu¨¦ novedades ha tenido noticia. ?Qu¨¦ hace nuestro presidente abrazado a semejante demagogo? ?Ser¨¢ cierto que la v¨ªa vasca, el viril encontronazo entre dos astados, se va abriendo camino en los c¨ªrculos de Convergencia? ?Qui¨¦n est¨¢ aconsejando a mi presidente?
De la luminaria galaica s¨®lo retuve la insistencia con la que afirmaba que la gente no es idiota. Lo gritaba con el gesto airado, como tratando de convencerse a s¨ª mismo: "?La gente non es idiota!", dec¨ªa una y otra vez, quiz¨¢ entusiasmado porque en su tierra la gente da la mayor¨ªa absoluta a Fraga y sus mil gaiteiros. ?Con este orate va a formar su troica nacionalista mi Pujol? Era como ver a Moli¨¨re del brazo de Los Morancos. ?Qu¨¦ dolor, Dios m¨ªo!
Al t¨¦rmino de la reuni¨®n se saludaron muy ufanos, sobre todo los otros, y el portavoz catal¨¢n, que tiene una elegante pinta tunecina, afirm¨® que pronto se abrir¨¢n a otros partidos nacionalistas. ?Dios nos proteja! ?Herri Batasuna con mi Jordi? No veo yo otra alternativa. Desde luego, los de Esquerra Republicana, que son gente seria, jam¨¢s entrar¨ªan en semejante partida de somatenes. ?Qui¨¦n, entonces? ?Un nacionalista espa?ol tipo Jaime de Campmany? Ser¨ªa el perfecto espejo donde mirarse la confederaci¨®n.
Hay muchos catalanistas y vasquistas y galleguistas y espa?olistas que todav¨ªa no distinguen entre el nacionalismo y lo otro. Pero el nacionalismo, perdonen la insistencia, es una ideolog¨ªa populista cuya finalidad es modificar fronteras y formar una sociedad homog¨¦nea. Algo perfectamente leg¨ªtimo pero que debe plantearse con claridad, ya que supone la subordinaci¨®n del individuo a los derechos trascendentes de la tierra, es decir, del funcionariado.
A diferencia del catalanismo o el espa?olismo, el nacionalismo (catal¨¢n, vasco o espa?ol) se propone controlar la totalidad de la vida del s¨²bdito desde que nace hasta que muere. Valga un detalle: cierto amigo m¨ªo ha sido padre, y cu¨¢l no ser¨ªa su sorpresa al recibir un fax de la Generalitat firmado por el presidente en persona, en el cual le felicita, le inflige un par de consejos paternalistas y acaba con un requerimiento ins¨®lito: "Le ruego que suscite (en el ni?o) un esp¨ªritu de responsabilidad c¨ªvica y solidaridad ciudadana y que le despierte (desvetlleu) el afecto y la estima hacia esta Catalu?a que le ha visto nacer". ?Ignora mi presidente que al ni?o, por fortuna, lo ha visto nacer un m¨¦dico y no "Catalu?a"? ?No comprende que hace mal en meter las narices en el domicilio de los contribuyentes desde la mism¨ªsima cuna, aunque sea con la mejor de las intenciones? ?No se da cuenta de que el suyo es el t¨ªpico comportamiento eclesi¨¢stico que trata al mundo entero como si fuera menor de edad?
Yo no s¨¦ si la Generalitat env¨ªa faxes a todos los reci¨¦n nacidos, o s¨®lo a los hijos de charnego (mi amigo es charnego); ni siquiera s¨¦ a cuenta de qu¨¦ se pagan estos faxes, pero s¨¦ que, si Aznar hiciera algo parecido, se armar¨ªa un Cristo. Pero no lo hace, y por eso se entienden tan bien: porque Aznar no es nacionalista y Pujol s¨ª lo es. Para Aznar, la Telef¨®nica es infinitamente m¨¢s importante que Espa?a, de manera que, mientras sigamos pagando esas facturas de juzgado de guardia, nos dejar¨¢ en paz. Yo ve¨ªa con suma satisfacci¨®n la pareja formada por Aznar y Pujol, t¨ªpico d¨²o de conservadores espa?oles reparti¨¦ndose el pastel: para m¨ª Telef¨®nica, para ti Catalu?a; para m¨ª el Santander, para ti las Caixas. Muy conveniente. Yo estaba feliz. Pero ahora, cuando he visto a mi presidente haci¨¦ndose fotos junto a un grupo de cr¨¢neos rapados, con sus aros en las orejas, sus anillos con calaveras y sus tatuajes de "?Madre patria, te amo!", me ha sobrecogido un escalofr¨ªo. ?Presidente, por lo que m¨¢s quiera, no se nos haga punki!
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