La llamada de Alicia Alonso convoca en Espa?a a los grandes de la danza mundial
El Ballet Nacional de Cuba, que la gran bailarina cre¨®, celebrar¨¢ aqu¨ª su medio siglo
Cincuenta, sesenta y ochenta son los a?os que se trenzan estos d¨ªas en un mito viviente de la danza cl¨¢sica: Alicia Alonso. Es creadora y directora del Ballet Nacional de Cuba, que llega ma?ana a Espa?a para afinar la gira que empieza el 29 de julio en Barcelona, y celebrar el medio siglo de su ballet, los 60 de su actividad profesional y los al menos 80 de vida de su fundadora. La gala principal tendr¨¢ lugar el 12 de agosto en El Escorial, cuando se presente la Fundaci¨®n de la Danza Alicia Alonso en Espa?a. En ese acto participar¨¢n algunos de los principales ballets del mundo.
Su c¨¢lida voz caribe?a va y viene al ritmo de las rememoraciones y se embriaga de alegr¨ªa por el brindis que ha comenzado a ofrecerle el mundo de la danza.Alicia Alonso empieza por evocarse en su estancia por el Teatro Auditorium de La Habana, el 28 de octubre de 1948, durante la primera presentaci¨®n de su ballet. Era un jueves por la noche y la compa?¨ªa llevaba su nombre. "?Que c¨®mo fue? Es dif¨ªcil expresarlo. S¨®lo recuerdo que sent¨ªa una mezcla de gran preocupaci¨®n y alegr¨ªa, de nervios y felicidad".
Era su segundo reto. En 1938 hab¨ªa dado su primer paso en la danza profesional, hasta que dos a?os m¨¢s tarde dio el gran salto, al enrolarse en el American Ballet Theatre como su primera bailarina. A partir de ah¨ª, recorri¨® el mundo junto a Ant¨®n Dol¨ªn, Igor Youskevitci, Vladimir Vasiliev, Antonio Gades y Rudolf Nureiev.
Con ellos avanz¨® por los a?os cincuenta y sesenta como la prima ballerina assoluta. Y Giselle tuvo mucho que ver en eso, al ser considerada una de sus mejores creaciones. "S¨ª, es una obra muy querida por m¨ª, pero mi pieza m¨¢xima es El Baile, bailar, el ballet, cada obra, cada pieza".
As¨ª, Alicia Alonso fue coreografiando su propio mito. Algo de lo que, asegura, no es consciente:."No me doy cuenta de eso", afirma para continuar con palabras redondas: "Yo vivo. Adoro vivir". Y aunque ya no baila, por estar casi ciega, un d¨ªa dijo: "?Es que yo no bailo cuando respiro, cuando me muevo? Yo bailo por dentro".
El Baile lo reserva para sus alumnos. "Me invento la coreograf¨ªa y le doy vueltas en la cabeza, hasta que la traduzco a mis colaboradores. Despu¨¦s grabo v¨ªdeos para ellos, en los que les explico mientras hago los gestos y las im¨¢genes creadas. Es un poco dif¨ªcil para todos, lo s¨¦, pero as¨ª trabajamos".
Ah¨ª reside otra parte de la fama que ella se enorgullece de preservar: la de profesora en los linderos de lo dictatorial. "El bailar¨ªn necesita disciplina. Hay que hacerle entender que su cuerpo es la herramienta de su trabajo. Todos los d¨ªas, el bailar¨ªn tiene que romper r¨¦cords en clase, en cada funci¨®n y en la vida entera. Hasta el retiro".
Cinco generaciones de bailarines lo saben. Tantos, que ella no sospecha cu¨¢ntos, pero a cambio tiene la certeza de que han disfrutado de los ¨¦xitos como mascullado la rabia ante sus severas indicaciones, y deja entrever su tono: "A la vida no se puede renunciar; la vida hay que gozarla".
En los d¨ªas de danza contempor¨¢nea, decorados y vestuarios que dejan boquiabiertos y Alicia Alonso no escapa a esa admiraci¨®n, "nos enriquecemos con todo eso". E inmediatamente enlaza la frase con el "aunque" de "no creo que tener sofisticados decorados reemplace la esencia, que es el ser humano". Es su forma de poner en escena su ballet, caracterizado por decorados franciscanos, para regodearse diciendo que "un ballet sin decorado y vestuario, si lo hace bien, ?oiga! ust¨¦ sale satisfecho".
Como su ballet, que encuentra "precioso" gracias al aplauso, que para ella no es m¨¢s que "est¨ªmulo para esforzarnos m¨¢s". ?Y qui¨¦n los va a heredar? De eso no habla, porque Alicia Ernestina de la Caridad Mart¨ªnez y del Hoyo, Alicia Alonso, dice que vivir¨¢ 200 a?os. "As¨ª es que tenemos una cita pendiente, porque esa pregunta la respondo entonces".
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