Obradovic, un t¨¦cnico de oro
El exentrenador yugoslavo del Madrid es un especialista en ganar medallas
Zeljko Obradovic no conoce l¨ªmites como entrenador. El domingo se colg¨® una nueva medalla de oro al cuello, la del Mundial, despu¨¦s de que hace justamente un a?o ganara tambi¨¦n la del Eurobasket en Barcelona. Es uno de los pocos entrenadores que hace compatible su trabajo como seleccionador con el de m¨¢ximo responsable t¨¦cnico de un club, en estos momentos, el Benetton de Treviso. A cargo de tres diferentes equipos ha sido capaz de ganar otras tantas Euroligas, una conquista s¨®lo superada por uno de sus maestros, Bozidar Maljkovic, ganador de cuatro m¨¢ximos t¨ªtulos europeos tambi¨¦n al frente de tres clubes diferentes. El historial de Obradovic, con su maestr¨ªa para conducir al ¨¦xito europeo al Partiz¨¢n de Belgrado en 1992, al Joventut de Badalona en 1994 y al Real Madrid en 1995, se ha visto refrendado por su ¨¦xito con la selecci¨®n de su pa¨ªs.Conocido por su enorme genio cuando dirige los partidos desde el banquillo, por la rabia, la c¨®lera y la ira que destila en medio de la tensi¨®n de un partido, Obradovic es un maestro consumado en llevarse el gato al agua en las finales, m¨¢s que en demostrar cualidades para triunfar en campeonatos de Liga ya que no ha logrado ninguno durante su estancia en el Joventut, en el Real Madrid, ni en el Benetton, club con el que lleg¨® a la ¨²ltima final four de Barcelona en la que, por una vez, no pudo ganar.
A pesar del esplendoroso momento por el que atraviesa el baloncesto yugoslavo, su victoria en el Mundial que concluy¨® el domingo en Atenas no ha sido nada f¨¢cil. Obradovic tuvo que resolver muchos problemas, empezando por las bajas y los problemas internos de la selecci¨®n. Divac, estrella de la selecci¨®n que act¨²a en la NBA, ya encendi¨® la mecha al mostrarse en desacuerdo con la decisi¨®n de Obradovic de no seleccionar a Paspalj. Savic renunci¨® a estar en el Mundial alegando que prefer¨ªa dejar paso a los jugadores j¨®venes y, para acabar de estropearlo, Danilovic se lesion¨® y Stojakovic y Tarlac no se integraron en la selecci¨®n de su pa¨ªs porque ello les hubiera hecho perder su doble nacionalidad griega y porque el primero de ellos fich¨® por el Sacramento Kings.
Obradovic todav¨ªa tuvo que resolver una ¨²ltima papeleta: seleccionar a Djordjevic a pesar de que acababa de salir de una lesi¨®n en su rodilla el pasado 17 de junio y de que por lo tanto no se pudo preparar para un torneo en el que debido a su estado f¨ªsico tuvo que ser alineado en contados minutos. Los suficientes para que fuera , con siete puntos en los dos ¨²ltimos minutos de la final ante Rusia quien, junto a Rebraca, le diera el oro a Yugoslavia.
Obradovic, disc¨ªpulo del m¨ªtico maestro de entrenadores yugoslavo, Asa Nikolic, pas¨® en un abrir y cerrar de ojos de ser base del Partiz¨¢n y de la selecci¨®n yugoslava a dirigir al club de Belgrado en 1991. Dirige los partidos con un cuchillo entre los dientes y quiere que su equipo haga lo mismo en la pista para lo cual no repara en broncas, consejos y las medidas disciplinarias que crea convenientes por m¨¢s duras que puedan ser. Es orgulloso y muy ambicioso, como todos los yugoslavos. Mantiene el secreto deseo de poder contar alg¨²n d¨ªa con una selecci¨®n en la que puedan estar realmente todos los mejores jugadores yugoslavos del momento y enfrentarse al dream team, algo que no pudo hacer en Atenas debido al conflicto que mantienen los jugadores y los clubes de la NBA. "La diferencia entre los mejores jugadores estadounidenses y el resto del mundo se est¨¢ haciendo cada menor. Ellos por ahora son absolutamente favoritos. Pero un d¨ªa, no puedo predecir cu¨¢ndo ser¨¢, estaremos juntos para enfrentarnos a ellos y derrotarlos". Palabra de Obradovic, un entrenador de oro.
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