Ganaron los de la playa
Sevilla le ha dado la espalda a la corrida del 15 de agosto. La constataci¨®n no es nueva, pero s¨ª grave. Y no es que s¨®lo hayan cambiado los tiempos y la gente prefiera ahora desplazarse a las playas; es que los primeros que volvieron sus espaldas fueron el empresario y los toreros. Ahora se llevan carteles sin inter¨¦s a precios abusivos (7.500 pesetas el tendido de sombra), a cuyo reclamo s¨®lo acuden unos turistas que aplauden cuando el picador rueda por los suelos o el toro escarva el albero y convierten la hist¨®rica plaza en un coso costero de ¨ªnfima categor¨ªa. Pero la culpa, claro est¨¢, no es de los turistas, sino de los taurinos que han degradado esta fiesta hasta extremos insospechados; los taurinos y todos los que no lo son y asisten impasibles hacia lo que parece irremediable. El asunto es para coger una depresi¨®n y recuperar el ¨¢nimo en la playa.
Bohorquez / Galindo, Gonz¨¢lez, Paulova
Toros de Ferm¨ªn Bohorquez, (1? y 5? devueltos por inv¨¢lidos) sosos, descastados y blandos.Ra¨²l Galindo, tres pinchazos (silencio); pinchazo y media (silencio). Cristo Gonz¨¢lez, estocada (vuelta); tres pinchazos, estocada baja y dos descabello (silencio). Luis de Paulova, estacada (palmas): media vuelta y un descabello (palmas). Plaza de la Real Maestranza, 15 de agosto. Un cuarto de entrada.
As¨ª las cosas, no es f¨¢cil triunfar el 15 de agosto en Sevilla. Parece que todo se confabula para que el aburrimiento y el fracaso sean la antesala de un cartel similar el pr¨®ximo a?o.
Los toros se contagian, y los de Ferm¨ªn Bohorquez dieron la impresi¨®n de llegar a Sevilla con unas copitas de jerez en su cuerpo serrano: borrachos y de feo estilo, sosos y descastados. Si la corrida se ha degradado tanto, resulta iluso pensar que el ganadero trate de esmerarse con su producto.
S¨®lo tanto desprop¨®sito y alguna que otra componenda pueden justificar la presencia en el cartel del torero madrile?o Ra¨²l Galindo, que no es que no tenga derecho, pero s¨ª mucho menos que otros que han triunfado en esta plaza. De hecho, no se visti¨® de luces la pasada temporada y ayer fue la primera vez que lo hizo en ¨¦sta. Sus toros no le ayudaron, pero Galindo se mostr¨® como un torero de corta ilusi¨®n -no es para menos- y una experiencia muy justa. Voluntarioso y poco m¨¢s, sin pena ni gloria, y dispuesto a colgar el traje otra larga temporada. Cristo Gonz¨¢lez busc¨® el triunfo con m¨¢s fe, pero tampoco lo encontr¨®. Con borrachos no es f¨¢cil congeniar, a pesar de que lo intent¨® con af¨¢n. Manej¨® con soltura el capote en ambos toros -soso el primero y deslucido el quinto-, destac¨® en algunos derechazos y mat¨® de una buena estocada al segundo. El tercero en discordia sali¨® peor parado. Paulova es torero de buenas maneras, pero de suerte desigual. ?l es una v¨ªctima m¨¢s de este 15 de agosto. Al primero, que era un muerto en vida, no pudo darle ni un solo pase; el sexto, muy complicado, no le permiti¨® ni confianza ni toreo. Un a?o m¨¢s, ganaron los de la playa.
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