Retrato en vivo
En los a?os los setenta, Francisco Rodr¨ªguez (Madrid, 1945) dirige tres personales dramas, La Casa Grande (1975), Gusanos de seda (1976) y Jaque a la dama (1977). Su fracaso comercial le conduce a la pel¨ªcula de terror El cepo (1982) y a las de mucho menor presupuesto e inter¨¦s Hierro dulce (1986) y Testigo azul (1988). Tras 10 a?os dedicado al cine industrial y publicitario, el incombustible Francisco Rodr¨ªguez vuelve al largometraje de ficci¨®n con Quince (1998), una historia personal, realizada con m¨¢s esfuerzo f¨ªsico que dinero, a partir de una compleja idea convertida en gui¨®n por el Helios Manzanera, el veterano Jos¨¦ Miguel Hern¨¢n y el propio realizador.
Quince narra la amistad entre un mensajero y un joven con malformaci¨®n cong¨¦nita en los brazos, que intenta comenzar a vivir. Sin embargo, esta amistad resulta ser no mucho m¨¢s que una excusa para dar una curiosa misi¨®n de cierto submundo madrile?o. Y mientras la amistad entre estos dos personajes tiene un inter¨¦s relativo, a pesar del buen trabajo de Javier Albal¨¢, un buen actor cada vez m¨¢s encasillado en personajes marginales, y de Zoe Berriat¨²a, atado en exceso al no demasiado convincente aparato ideado para mostrar la malformaci¨®n f¨ªsica de su personaje, lo mejor de Quince es la descripci¨®n de un peculiar mundo madrile?o retratado en vivo.
"Quince"
Direcci¨®n: Francisco Rodr¨ªguez. Gui¨®n: Manzanera, Rodr¨ªguez, Hern¨¢n. Fotograf¨ªa: P. Alcaine. M¨²sica: M. Esp¨ªn, E. Morell. Espa?a, 1998. Int¨¦rpretes: Javier Albal¨¢, Zoe Berriat¨²a, Irene Bau, Armando del R¨ªo. Madrid: cines Acte¨®n, Cristal.
Sin embargo, lo curioso del trabajo del desconcertante Francisco Rodr¨ªguez es que no da una visi¨®n realista de un peculiar Madrid marginal y nocturno, sino que aprovecha su historia abierta, donde cabe casi todo, y sus m¨²ltiples personajes, para hacer algo m¨¢s cercano a un personal naturalismo social que a cualquier otra cosa, pero con un exceso de simbolismo de otra ¨¦poca.
De manera que Quince, llena de duras canciones de Carlos Balenciaga, llega a ser la m¨¢s extra?a y desconcertante de sus producciones, y que la atractiva y ligera Irene Bau consigue interpretar con soltura su demasiado desdibujado personaje.
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