El director de "Godzilla" afirma que es feliz haciendo cine de cat¨¢strofes

Roland Emmerich, director alem¨¢n educado en la cinematograf¨ªa de Spielberg y Lucas, dej¨® su carrera en M¨²nich como dise?ador de pel¨ªculas de bajo presupuesto para dirigir en Hollywood. Ahora presenta Godzilla, una superproducci¨®n sobre un lagarto gigante en Nueva York, que se estrena el viernes en Espa?a tras un relativo fracaso en EEUU. El director de Deep impact e Independence Day dice ser feliz haciendo este tipo de cine.

Emmerich atribuye al ¨¦xito de Independence Day el fracaso de Godzilla. Las andanzas neoyorquinas del monstruo, parido por pruebas nucleares francesas -y no americanas- no ha rendido como se esperaba en la taquilla estadounidense (11.000 millones de pesetas en la primera semana, cifra inferior a las expectativas que hab¨ªa despertado). "60.000 millones de pesetas", piensa el optimista director en voz alta al calcular la posible recaudaci¨®n de Godzilla en Europa."Los ejecutivos de Hollywood saben que este tipo de cine no tiene por qu¨¦ funcionar siempre", se justifica Emmerich. La superproducci¨®n cost¨® 120 millones de d¨®lares (18.240 millones de pesetas). Despu¨¦s de sus ¨¦xitos de taquilla -Deep Impact, Making contact o Independence Day-, Emmerich se convirti¨® en una inversi¨®n segura para los productores norteamericanos. Pero ¨¦l mantiene la tesis de que el cine no es un acontecimiento deportivo: "No se trata de correr y ganar. De cada 10 superproducciones, s¨®lo dos funcionan bien". Y argumenta que Godzilla se rod¨® asumiendo los riesgos de una posible baja recaudaci¨®n.

El animal de cart¨®n piedra que el japon¨¦s Toho cre¨® en 1954, con el nombre de Gojira, ha inspirado 22 pel¨ªculas. Esta ¨²ltima, la de Roland Emmerich, presenta a un lagarto depurado por el dise?o inform¨¢tico y por una estudiada planificaci¨®n. Los efectos especiales han supuesto el 40% del presupuesto de la pel¨ªcula. Acompa?an al animalito un inquieto bi¨®logo que se dedica a estudiar la reproducci¨®n de la lombriz (Matthew Broderik), un soldado de los servicios franceses de inteligencia que intenta acallar su conciencia (Jean Reno) y una aspirante a reportera televisiva con la exclusiva del monstruo reproduci¨¦ndose en el Madison Square Garden, (Mar¨ªa Pitillo).

Producto de marketing

"Godzilla es un producto para una globalidad de mercados, desde juguetes para ni?os a camisetas y libros. Con estas pel¨ªculas se vende marketing", explica el director alem¨¢n. En la banda sonora intervienen grupos de moda, al estilo Foo Fighters, The Wallflowers, Puff Dadd y Jimmy Page, lo que ha supuesto un gran ¨¦xito en las ventas de discos con la banda sonora.Emmerich se r¨ªe cuando recuerda sus tiempos de escultor en Alemania, y piensa que aquel arte y el de Hollywood no son tan distintos. "Sigo haciendo lo que me gusta, que es centrarme en la est¨¦tica. Una pel¨ªcula es una gran composici¨®n pict¨®rica: escritura, dise?o, arquitectura". Lo m¨¢s criticado de Godzilla ha sido la flojedad de un gui¨®n subsidiario de esa espectacularidad. Puntualiza que todos sus trabajos de direcci¨®n han sido supervisados por el productor, Dean Devlin, que "colabora de forma activa, tambi¨¦n en los di¨¢logos y el trabajo de los actores".

A Roland Emmerich nunca le gust¨® el cine alem¨¢n: "Siempre me ha parecido aburrido". Y, de la cinematograf¨ªa europea, sus ¨²nicas referencias son directores franceses como Renoir o Cocteau. "El cine americano ha sido mi mejor escuela: el de aventuras, el que hacen Spielberg o Lucas, que me han formado como cineasta", aunque recuerda a Howard Hawks y sus comedias, de las que es heredero, en su gestualidad, seg¨²n ¨¦l, el actor Matthew Broderik.

Adem¨¢s de las cr¨ªticas por la taquilla y la insipidez de Godzilla, Emmerich ha sido atacado tambi¨¦n por los guionistas, ya que figura en la lista de nuevos directores asalariados de Hollywood, como Michael Bay, director de Armaggedon, que, en opini¨®n de los guionistas, firman las pel¨ªculas como suya, obviando el trabajo t¨¦cnico y, especialmente, el de los guionistas. Emmerich responde diciendo que lo fundamental de un filme es el gui¨®n. "Preferir¨ªa no firmar nada, pero reconozco el valor del equipo. Escribo mis propios guiones, no tengo ese problema". Emmerich se desentiende de las cr¨ªticas a las productoras, hasta ahora, mecenas de sus pel¨ªculas.