Compay Segundo canta en Miami a pesar de las amenazas de bomba
Manifestantes anticastristas tratan de acallar a los m¨²sicos cubanos
Una amenaza de bomba interrumpi¨® durante 30 minutos, la madrugada del martes (hora espa?ola), el concierto que ofrec¨ªa en Miami el m¨²sico cubano Compay Segundo, el primero de los m¨²sicos de la isla que romp¨ªa el fuego en el Midem latino tras los problemas habidos para obtener los visados. Pese a las amenazas, anoche estaba prevista la actuaci¨®n de Omara Portuondo, Chucho Vald¨¦s & Irakere y La Charanga Rubalcaba.
Polic¨ªas con perros detectores de explosivos irrumpieron en la sala una vez desalojada y rastrearon de modo infructuoso. Hasta llegar a ese punto, el camino hab¨ªa estado trufado de obst¨¢culos a cargo de los sectores ultraconservadores de la colonia cubana. La presi¨®n adquiri¨® forma medi¨¢tica. La cadena de televisi¨®n Univision hab¨ªa animado durante todo el d¨ªa y de forma m¨¢s o menos expl¨ªcita a que los cubanos se manifestaran ante el Convention Center de Miami Beach, recinto en el que hab¨ªa de celebrarse el show. Tedy Bautista, presidente de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), asegur¨® que si Miami no exhibe un respeto a la libertad de expresi¨®n de cualquier artista, habr¨¢ que buscar otra sede para futuras ediciones del festival.Por su parte, Francisco Repilado (nombre de Compay Segundo) hab¨ªa ofrecido por la ma?ana una rueda de prensa en la que, con la socarroner¨ªa que le otorgan sus casi 91 a?os, encandil¨® a toda la prensa. Entre otras cosas, Repilado dijo: "Soy artista, no pol¨ªtico (...) La m¨²sica est¨¢ para unir a las personas, no para separarlas". Finalmente, en el momento de iniciarse la actuaci¨®n de Compay -el ¨²nico de los artistas del cartel que pudo llegar a tiempo, dado que ven¨ªa de Madrid-, unos trescientos manifestantes, casi todos de edad avanzada, se congregaron a las puertas del local armados de banderas precastristas y pancartas en las que se pod¨ªa leer: "Castro apesta" y "el intercambio cultural ofende". Asimismo se corearon consignas en las que se acusaba a los m¨²sicos de la isla de "mulas de carga para llevar dinero al r¨¦gimen castrista".
Mientras tanto, en el interior de la sala, Compay disfrutaba de lo lindo y transmit¨ªa una sensaci¨®n emotiva a los asistentes -s¨®lo periodistas e invitados de la industria discogr¨¢fica-, esbozando con su sonrisa la sabia m¨²sica que sale de su guitarra y su garganta. Boleros y sones de ambiente campesino, sin faltar dedicatorias a su primera novia -Macusa- y delicadas piezas de amor como Luna. Compay ya hab¨ªa entrado en la historia. ?l fue el primero.
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