El largo instante de un bello relato de amor
El noble y singular talento que, entre los balbuceos del aprendizaje, Julio M¨¦dem prometi¨® hace siete a?os dar suelta en su original¨ªsimo arranque de Vacas, comienza a emerger ahora a la pantalla con signos de que toma cuerpo y roza la plenitud. El descenso a la facilidad de la autoimitaci¨®n y la autocontemplaci¨®n de La ardilla roja y los excesos de ret¨®rica verbal y visual que redujeron mucho el alcance del precioso n¨²cleo po¨¦tico de Tierra, son ahora, en esta intensa, compleja y hermosa Los amantes del C¨ªrculo Polar, compensados, barridos incluso, por un esfuerzo del cineasta de avanzar hacia su prehistoria ¨ªntima, al antes de s¨ª mismo, como si en ¨¦sta su cuarta pel¨ªcula se comportase como si fuera la primera, que es lo que debe hacer siempre todo artista de fuste. M¨¦dem pone as¨ª de manifiesto que lo es.M¨¦dem no se regala aqu¨ª pa?os calientes. Se lo pone en realidad muy dif¨ªcil a s¨ª mismo, pues emprende, y sin red protectora, una aventura formal de gran vuelo, de esas que hay que hacer por fuerza muy bien, con mucho tiento, no menos rigor y ni rastro de autoindulgencia, porque de hacerlas mal o s¨®lo medianamente bien, el batacazo es seguro y conduce irremediablemente al rid¨ªculo. Siempre hay amenaza de rid¨ªculo cuando se aborda el territorio de lo sublime y Los amantes del C¨ªrculo Polar es una incursi¨®n en toda la regla dentro del c¨¢lido, nada polar, sublime c¨ªrculo donde, en un imperceptible instante, se aprieta la totalidad de una vida y se concentra la bella y delicada energ¨ªa pasional que todav¨ªa, como siempre, conduce a la antigua, sagrada, invulnerable met¨¢fora o ecuaci¨®n o misterio de la identidad entre amor y muerte. Palabras mayores, que M¨¦dem onvierte en cine mayor. No es ajeno al calado de este vuelo l¨ªrico y tr¨¢gico el vuelo ¨ªntimo que desde la pantalla nos regala, deslumbr¨¢ndonos, la actriz Najwa Nimri. Est¨¢ muy bien escoltada por Fele Mart¨ªnez, y ambos juntos logran una buena definici¨®n, en contrapunto, frente al reparto. Pero Najwa Nimri ha de afrontar un grave reto a solas, porque casi a solas est¨¢ en el recital de s¨ª misma que da en la media hora final de la pel¨ªcula, uno de los m¨¢s hermosos idilios que conozco entre un rostro y una c¨¢mara. El crecimiento del relato hacia ese bell¨ªsima zona de desenlace adquiere, por su presencia y por la exacta y contenida energ¨ªa de su fotogenia, calidades de escalada emocionante, que solo se ve disminuida por algunas imprecisiones previas del guionista M¨¦dem, incomprensibles por lo que tienen de ingenuas dentro de un filme nada ingenuo, sino sabio y hondo: las construcciones de los personajes adultos carecen de la precisi¨®n y la fuerza de las sucesivas de los dos personajes j¨®venes, y este desequilibrio chirr¨ªa en los encuentros, a media pel¨ªcula, entre hijo y padre y madre e hija, resueltos (con inexplicable candor) por M¨¦dem con dos sosos y artificiosos di¨¢logos, cuando ambas escenas est¨¢n pidiendo a gritos miradas, s¨®lo miradas, y silencios, s¨®lo silencios.
"Los amantes del C¨ªrculo Polar"
Direcci¨®n y gui¨®n: Julio M¨¦dem. Fotograf¨ªa: Kalo F. Berridi. M¨²sica: Alberto Iglesias. Montaje: Iv¨¢n Aledo. Espa?a, 1998. Int¨¦rpretes: Najwa Nimri, Fele Mart¨ªnez, Nancho Novo, Maru Valdivielso, Peru M¨¦dem, Sara Valiente, V¨ªctor Hugo Oliveira, Pep Munn¨¦, Kristel D¨ªez, Rosa Morales. Estreno en Madrid: cines Gran V¨ªa, Acte¨®n, Roxy, T¨ªvoli, Canciller, Lido, Cartago, Cin¨¦ Cit¨¦, Princesa y Renoir.
?Por qu¨¦, desde el control de producci¨®n no se ha pedido diagn¨®stico a un par de solventes guionistas profesionales, que no dudo hubieran detectado sobre el papel tales desajustes y los hubieran solventado con unos plumazos? ?Por respetar el prurito de autor¨ªa? No se entiende, porque tales flaqueos de estructura y resoluci¨®n impiden a esta hermosa pel¨ªcula alcanzar el estadio que se merece, la condici¨®n de redonda, ser del todo la obra maestra que est¨¢ a punto de ser y que es a r¨¢fagas, sobre todo en su maravilla final, de serena, pero volc¨¢nica, emotividad. Pese a estos titubeos, M¨¦dem logra acercarse al gran brote de talento que se esperaba de ¨¦l, el que su arranque prometi¨®. Y su pel¨ªcula cautiva, ennoblece.
Babelia
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