Bor¨ªs Yeltsin cede poder al Gobierno y al Parlamento para seguir en la presidencia
Bor¨ªs Yeltsin evitar¨¢ una salida humillante e inmediata del Kremlin, pero no le saldr¨¢ gratis. A cambio de conservar la presidencia de Rusia, al menos de momento, tendr¨¢ que suscribir un acuerdo por el que cede buena parte de sus poderes al Gobierno y al Parlamento. El pacto, que se alcanz¨® en la Duma al filo de la medianoche de ayer, impedir¨¢ que el jefe de Estado destituya al Gobierno, como ha hecho en dos ocasiones en el plazo de cinco meses. El acuerdo se considera imprescindible para que V¨ªktor Chernomirdin sea confirmado, ma?ana o pasado, como primer ministro.
El acuerdo -cuyos detalles se espera conocer hoy- es una pieza esencial del entramado pol¨ªtico necesario para recuperar una estabilidad esencial para que Rusia supere la peor crisis econ¨®mica de sus casi siete a?os como pa¨ªs independiente, tras la descomposici¨®n de la URSS.La ca¨ªda en picado del rublo, el rebrote de la inflaci¨®n y las dificultades de los ahorradores para retirar sus dep¨®sitos de los bancos hacen que el capitalismo no cotice hoy al alza en Rusia, aunque sigan siendo minor¨ªa los nost¨¢lgicos del comunismo. Nunca como ahora ha sido tan veraz una frase que, de puro repetida, es ya casi un t¨®pico: "Los rusos descubren que lo que durante 70 a?os les dijeron del comunismo era falso, y que lo que les dijeron del capitalismo era cierto".
Un grupo de expertos prepar¨® ayer el compromiso, de siete puntos, que despu¨¦s fue discutido por Chernomirdin, el jefe de la Administraci¨®n presidencial, Valent¨ªn Yum¨¢shev, el presidente de la Duma, Guennadi Selezniov, y los l¨ªderes de los principales partidos. Seg¨²n Oleg Morozov, l¨ªder del grupo parlamentario Regiones de Rusia, se preve¨ªa que el pacto tuviese un a?o de vigencia, durante el cual no habr¨ªa ni votos de censura al Gobierno ni mociones de confianza.
Si todo se desarrolla seg¨²n lo previsto, el Parlamento y las dos ramas del Ejecutivo (presidencia y Gobierno) trabajar¨¢n juntos para efectuar las necesarias enmiendas a la Constituci¨®n, hecha a la medida de Yeltsin y aprobada de forma pol¨¦mica en diciembre de 1993, a los dos meses de que ordenase bombardear un Parlamento hostil y elegido en tiempos de la URSS. Entre las modificaciones que se contemplan figuran que el primer ministro pueda formar con libertad su Gobierno (y no bajo los dictados del presidente, como ahora) y que se requiera el respaldo de la Duma, no s¨®lo para el jefe del Ejecutivo sino tambi¨¦n para los ministros clave.
Poco antes de que se discutiese esta reordenaci¨®n de poderes, Chernomirdin intentaba tranquilizar a Occidente al asegurar que "no habr¨¢ retorno al pasado" sovi¨¦tico y que Rusia forma ya parte, de forma irreversible, de la econom¨ªa mundial. Tanto el presidente norteamericano, Bill Clinton, como el director ejecutivo del Fondo Monetario Internacional, Michel Camdessus, hab¨ªan advertido de las graves consecuencias que tendr¨ªa cualquier intento de resolver la crisis abandonando la v¨ªa de la econom¨ªa de mercado emprendida hace m¨¢s de seis a?os y volviendo al centralismo estatalista de la URSS.
De momento, Chernomirdin no parece dispuesto a deshacerse de algunas de las bestias negras de la oposici¨®n, como Bor¨ªs Fi¨®dorov, que dirig¨ªa el servicio federal de impuestos en el Gobierno del ef¨ªmero Sergu¨¦i Kiriyenko. Fi¨®dorov, viceprimer ministro en funciones, considerado un reformista radical, dirigir¨¢ un grupo comisionado para presentar medidas urgentes contra la crisis. El titular de Finanzas, Mija¨ªl Zad¨®rnov, y el presidente del Banco Central, Sergu¨¦i Dubinin, forman parte tambi¨¦n de esta fuerza de choque.
Parece probable que se contrate como asesor financiero a Domingo Cavallo, el ex titular de Econom¨ªa argentino. El FMI no parece ver con malos ojos un sistema que asocie r¨ªgidamente al d¨®lar y al rublo, experimento que Cavallo dirigi¨® con ¨¦xito en su pa¨ªs.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.