El PSC trata de aprovechar las discrepancias en el seno de CiU

VIENE DE LA P?GINA 1 Pasqual Maragall traz¨® ayer ante sus compa?eros de la direcci¨®n del PSC un balance muy optimista de la quincena de visitas que realiz¨® el pasado mes de agosto en distintas localidades y comarcas de Girona, Tarragona y Lleida. El rival electoral de Jordi Pujol asegur¨® en la reuni¨®n del secretariado de la ejecutiva socialista que ha encontrado "unos enormes deseos de cambio" en la sociedad catalana, y se reafirm¨® en su estrategia de posponer, en la medida de lo posible, el debate frontal con CiU. La direcci¨®n socialista se mostr¨® de acuerdo con esta l¨ªnea estrat¨¦gica, m¨¢xime en un momento en que crecen y se amplifican las discrepancias entre el partido de Pujol (Converg¨¨ncia Democr¨¤tica) y sus socios de Uni¨® Democr¨¤tica. El PSC tratar¨¢ de aprovechar en las pr¨®ximas semanas el fil¨®n de la falta de sinton¨ªa en el seno de la coalici¨®n CiU, as¨ª como el debate abierto en las filas nacionalistas sobre el pospujolismo. Los socialistas insistir¨¢n en la idea de que la apertura de ese debate ser¨ªa el "s¨ªntoma inequ¨ªvoco", en palabras de Narc¨ªs Serra, de que la era nacionalista en el Gobierno de la Generalitat toca a su fin. S¨ªntoma "pat¨¦tico" Un s¨ªntoma que, seg¨²n el primer secretario del PSC, ha cobrado tintes "pat¨¦ticos" desde que colaboradores directos del presidente de la Generalitat han empezado a apuntar la posibilidad de que las elecciones de 1999 sean las ¨²ltimas a las que se presente Pujol, seg¨²n informaba ayer El Peri¨®dico. Los socialistas consideran que esta apelaci¨®n al electorado, "m¨¢s sentimental que pol¨ªtica", demuestra "el gran nerviosismo que hay en las filas de CiU" ante la pr¨®xima contienda electoral auton¨®mica. En este escenario, Pasqual Maragall y el PSC consideran que la mejor t¨¢ctica pasa por resaltar las diferencias internas en CiU, acusar al Gobierno catal¨¢n de par¨¢lisis y recalcar la idea de que Pujol es incapaz de agotar la legislatura y que planea un adelantamiento electoral movido ¨²nica y exclusivamente por intereses partidistas. Entretanto, Maragall ganar¨ªa tiempo para acabar durante septiembre, octubre y noviembre su ronda de contactos y visitas por toda Catalu?a, la cual habr¨ªa de cristalizar al final del periplo en una serie de ofertas program¨¢ticas concretas. Pese a ello, no son pocos los cuadros socialistas que opinan que a su propio candidato le resultar¨¢ poco menos que imposible permanecer alejado tanto tiempo de la pugna preelectoral con sus adversarios nacionalistas. A poco que los estrategas de Converg¨¨ncia i Uni¨® se lo propongan, piensan estos dirigentes del Partit dels Socialistes, Maragall no podr¨¢ eludir el cuerpo a cuerpo sin correr el riesgo de ofrecer una cierta imagen p¨²blica de candidato ausente.