Un tal¨®n con mucho fondo

Una asociaci¨®n de El Comtat trata de motivar al empresariado para que integre a los discapacitados con el pago de un cheque-empleo

Hace un a?o Juan era una persona muy negativa. La minusval¨ªa ps¨ªquica que padece le supon¨ªa una muralla en sus relaciones con los dem¨¢s y en el quehacer diario. La vida de este hombre de 31 a?os dio un vuelco de 360 grados el d¨ªa que entr¨® a formar parte del proyecto de la Asociaci¨®n Cultural Los Perlitos, de Poble Nou de Sant Rafel, una diminuta poblaci¨®n de El Comtat a cuatro kil¨®metros de Cocentaina. Sus compa?eros, que han compartido con ¨¦l desde el 15 de junio un taller de jardiner¨ªa, a¨²n recuerdan el mal estado de ¨¢nimo con el que Juan lleg¨® al grupo: "Vino con la moral por los suelos y ahora le ha subido como la espuma". Tal y como aleg¨®ricamente describe Eduardo Silvestre, promotor y animador de esta asociaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro, antes de su metamorfosis Juan hab¨ªa comenzado a embutirse en la cabeza un imaginario sombrero con el que, seg¨²n ¨¦l, suelen cubrirse aquellos que sufren una discapacidad ps¨ªquica a fin de apartarse del resto de la sociedad. "Empiezan por taparse la cara y si no les paras hacen tan grande su aislamiento que es dif¨ªcil que vuelvan a relacionarse", explica Silvestre. Como Juan, tambi¨¦n se habr¨ªan incomunicado sus compa?eros Rosana, Rub¨¦n, Carlos e Ivan... y probablemente Mar¨ªa Teresa, que ha cambiado su nombre por el de Michael Terry, no tendr¨ªa ilusi¨®n por hacerse un sitio entre las top-models. Ahora todos ellos cumplen a diario con su cita en la finca de la Asociaci¨®n Cultural Los Perlitos y en la que realizan, de 10.00 a 14.00 horas de la tarde, diversas acciones formativas relacionadas con el campo y la construcci¨®n que les permiten aprender y sentirse ¨²tiles. En estos ¨²ltimos meses han tenido la oportunidad de colaborar con la Consejer¨ªa de Medio Ambiente en la vigilancia forestal de los montes de L"Alcoi¨¤ y El Comtat, para frenar el ansia destructiva de los pir¨®manos o evitar que los descuidos se conviertan en desgracias. "En este encuentro con la naturaleza a trav¨¦s de la vigilancia les ayudamos a romper con su aislamiento en casa y a que se sientan ¨²tiles", resume Eduardo Silvestre. No acaba ah¨ª este empe?o. Una vez instruidos, a los j¨®venes que acuden a la finca de Los Perlitos les queda la nada sencilla tarea de entrar en el mundo laboral. Para facilitarles la integraci¨®n, Silvestre ha ideado el cheque-empleo. Con este tal¨®n la asociaci¨®n se compromete a abonar cada mes 30.000 pesetas al empresario que contrate a cualquiera de estos discapacitados por un m¨ªnimo de un a?o. "Podr¨ªa llamarse trampa, soborno o que no es del todo legal, pero sin este cheque estos chavales lo tienen mucho m¨¢s dif¨ªcil. Nuestra sociedad no es nada justa y mucho menos con ellos", explica. El pasado viernes comenzaron por presentarse y entregar su curriculum junto al cheque empleo en un vivero que busca un joven para cuidar y regar las plantas. A las trabas que se interponen para este colectivo se suma el temor de muchos de ellos a perder la pensi¨®n, de unas 35.000 pesetas, que el Instituto Nacional de la Seguridad Social les pasa a partir de los 16 a 18 a?os, en reconocimiento de su minusval¨ªa. "A la mayor¨ªa les cuesta tanto conseguir esta paga que piensan que si los contratan la perder¨¢n para siempre. Es dif¨ªcil hacerles comprender que esto no es as¨ª, sino que el Estado ¨²nicamente se la congela hasta que vuelvan a quedar en paro", replica Silvestre. En la dificultar de integraci¨®n coincide Juan, que a sus 25 a?os ha superado en Los Perlitos dos operaciones de cadera. ?l, que por su car¨¢cter distendido suele llevar la voz cantante del grupo, no se ruboriza cuando atestigua que el actual sistema de vida potencia la minusval¨ªa. "No deber¨ªa ser as¨ª", recalca. "Si el minusv¨¢lido tiene algo de bueno hay que desarrollarlo y que con ello se sienta ¨²til. Nosotros frente a la cantidad y rapidez que exige el patr¨®n podemos ofrecer, aunque m¨¢s lenta, calidad", concluye. Siguiendo este lema, su colega Ivan ha aprovechado su especial sensibilidad por la m¨²sica para convertirse en el director de la banda en las fiestas de Poble Nou de Sant Rafel. Al igual que a Carlos y a Rub¨¦n, a Ivan tambi¨¦n le va "el campo" para fijar su residencia, todo lo contrario que ocurre con las chicas Rosana y Michael Terry (Mar¨ªa Teresa), que se confiesan cosmopolitas. Con un poco de suerte alguno lograr¨¢ ser contratado como jardinero gracias a la buena voluntad de alg¨²n empresario seducido por el cheque-empleo. El resto continuar¨¢ frecuentando la finca Los Perlitos y podr¨¢ colaborar en la recogida de almendras en dos fincas de la comarca. Esta asociaci¨®n naci¨® hace seis a?os y en la actualidad se nutre de algunas ayudas p¨²blicas y privadas que le llegan con la ¨²nica finalidad de hacer m¨¢s sencilla la integraci¨®n social y laboral de los discapacitados. En ella colaboran Jaime y Raquel, profesores que han impartido asignaturas del taller de jardiner¨ªa, y una treintena de voluntarios con las que los discapacitados salen de continua vigilancia forestal.