Violencia policial en el aniversario de Allende
La desproporcionada violencia policial -un centenar de detenidos y varios heridos-contra los manifestantes que quer¨ªan rendir tributo al presidente derrocado Salvador Allende fue la protagonista ayer en Santiago del ¨²ltimo 11 de septiembre festivo en Chile. Han sido necesarios 25 a?os, desde el golpe de 1973, para que la fecha que m¨¢s divide a los chilenos pase a ser un d¨ªa h¨¢bil en el calendario, por acuerdo de todas las fuerzas pol¨ªticas, con el ex dictador Augusto Pinochet incluido. A partir de 1999, el primer lunes de cada septiembre se celebrar¨¢ el D¨ªa de la Unidad Nacional.
En un signo que pretende avanzar por el espinoso camino de la reconciliaci¨®n, los chilenos celebrar¨¢n un nuevo D¨ªa de la Unidad Nacional el primer lunes de cada de septiembre. Santiago amaneci¨® con el cielo encapotado -uno de los t¨ªpicos d¨ªas grises santiaguinos- y bajo una verdadera ocupaci¨®n policial en todo el centro de la ciudad. Los escasos transe¨²ntes que paseaban a primera hora de la ma?ana por los alrededores del palacio presidencial de La Moneda no daban cr¨¦dito a lo que ve¨ªan. El espectacular despliegue del cuerpo de Carabineros con todo tipo de material antidisturbios presagiaba enfrentamientos.La manifestaci¨®n convocada por los familiares de las v¨ªctimas de la dictadura pinochetista y el partido comunista pretend¨ªa pasar junto al palacio de La Moneda, concretamente por la puerta del edificio de la calle de Morand¨¦, tapiada por el r¨¦gimen militar, por la que sali¨® el cad¨¢ver de Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973. Se trataba de un acto simb¨®lico que nunca ha sido autorizado y que de nuevo el Gobierno de la concertaci¨®n prohibi¨®, porque, seg¨²n sus portavoces, se podr¨ªan producir incidentes. Los responsables policiales caldearon el ambiente en las horas previas al hablar de "grupos extremistas y subversivos" que pretend¨ªan alterar el orden p¨²blico de las conmemoraciones del 11 de septiembre.
El orden p¨²blico fue totalmente alterado, desde poco antes de las once de la ma?ana, en la avenida de la Alameda y las calles colindantes, sobre todo por la contundente intervenci¨®n de los carabineros, que frente a no m¨¢s de 3.000 manifestantes emplearon camiones cisterna, caballer¨ªa y dispar¨® tal cantidad de botes de humo que el ambiente se hizo irrespirable. Las ¨®rdenes eran tajantes: bajo ning¨²n concepto, los manifestantes podr¨ªan llegar al palacio de La Moneda. Dirigentes y diputados de los partidos de izquierda exteriorizaron su indignaci¨®n por la represi¨®n policial, malestar que se extend¨ªa en las filas del partido socialista, que forma parte de la coalici¨®n gubernamental. Todos los responsables pol¨ªticos de las fuerzas de seguridad chilenas pertenecen a la Democracia Cristiana, el principal partido del Gobierno.
La manifestaci¨®n se dirigi¨® finalmente hacia el cementerio General, donde tuvo lugar un acto junto a la tumba de Salvador Allende. Anteriormente, en la capilla del palacio presidencial se celebr¨® una misa en recuerdo del presidente derrocado, a la que asistieron dirigentes y ministros de partidos de izquierda. En otros puntos de la ciudad, como el estadio Nacional y algunas poblaciones de la periferia, se colocaron velas y grandes pancartas que recordaban a las v¨ªctimas de la dictadura, y en ciudades como Valpara¨ªso, Vi?a del Mar y Concepci¨®n hubo romer¨ªas.
El frente pinochetista conmemor¨®, como es habitual, el 11 de septiembre con aires de victoria. Por primera vez, el Ej¨¦rcito suspendi¨® la cena que normalmente organizaba la v¨ªspera y ¨²nicamente celebr¨® una misa estrictamente privada, a la que fue invitado el senador vitalicio Augusto Pinochet. La fundaci¨®n que lleva el nombre del ex dictador organiz¨® un acto-cena en honor de su l¨ªder.
El clima lluvioso no acompa?¨® y muchos chilenos aprovecharon el puente del ¨²ltimo 11 de septiembre festivo para abandonar la ciudad. Mientras, escuchaban en la radio que la Bolsa de Santiago experiment¨® una ca¨ªda de siete puntos, la peor en los ¨²ltimos 10 a?os.
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