La muerte de "Beltz"

Beltz est¨¢ tumbado, ya no tiene ganas de nada. Poco a poco se le va la vida. Urki Bilbao, un joven de 16 a?os, quiso acompa?ar la agon¨ªa de su perro con unos versos cargados de sentimiento. El poema de este joven ondarr¨¦s ha sido uno de los veinte trabajos literarios en euskera premiados por el Gobierno vasco en la XIII edici¨®n del Premio Urruzune. Este certamen se dedica al relato corto y la poes¨ªa para j¨®venes entre 14 y 18 a?os. Para Urki Bilbao es m¨¢s f¨¢cil hablar de la muerte que de la vida. Y lo mismo le pasa a muchos de los j¨®venes que recibieron ayer los galardones de manos del consejero de Educaci¨®n, Inaxio Oliveri. A pesar de que en apariencia muerte y juventud pueden representar t¨¦rminos antag¨®nicos, en la mente de estos j¨®venes creadores los dos t¨¦rminos est¨¢n muy cercanos. El propio jefe del Servicio de Euskera del departamento, Mikel Zalbide, se cercior¨® de esta circunstancia durante las primeras ediciones del concurso. "En muchas obras se reitera el miedo a la muerte que tienen los j¨®venes. Es un aspecto que tratan con frecuencia. Es algo inherente a la edad", apunta. Ekaitz Goikoetxea, de 18 a?os, es otro de los ganadores. Su poema Gauaren ilunduran se acerca a los sentimientos de un abuelo que est¨¢ pr¨®ximo a morir. "He querido expresar lo que siente un anciano que se est¨¢ muriendo, sus pensamientos ante la muerte y el valor que tiene el tiempo durante la vida". "Escribir sobre la muerte", a?ade Ekaitz, "es lo m¨¢s f¨¢cil que hay. La muerte atrae mucho. Le tenemos miedo y eso llama mucho". Urki Bilbao comparte esta idea. "A mi no me va escribir sobre temas primaverales. Siempre que me han premiado alg¨²n trabajo ha sido con temas parecidos. Cuando v¨ª lo mal que estaba mi perro empec¨¦ a cantarle versos para reanimarle. Pero estaba muy viejo y al final muri¨®". El ¨¢mbar gris es el relato con el que Idoia Zabala, de 18 a?os y natural de Ir¨²n, se ha abierto un hueco entre los ganadores en la primera vez que participa en un concurso. A diferencia de sus compa?eros, a ella la muerte no le fascina tanto. "He escrito sobre un pueblo de pescadores en el que hay una persona enferma a la que todos tratan de ayudar. As¨ª, alguien tiene que ir a buscar a una ballena, que es la que tiene el ¨¢mbar que le puede curar. Cuento las vicisitudes en la aldea y en el viaje", explica la joven. Pero Idoia es casi de una excepci¨®n. Ah¨ª est¨¢ el caso de Daniel Ferreiro, de 15 a?os y estudiante de un instituto de Beasain, cuyo relato insiste de nuevo en la muerte. "Un t¨ªo pierde la cabeza y empieza a matar a todo el mundo. El t¨ªtulo Zakurra se refiere a un perro que al final termina por matar al due?o, que es quien se hab¨ªa vuelto loco". Pese al premio, ninguno de los cuatro piensa dedicarse de manera seria a la literatura. Para corroborarlo, tres de ellos se decantar¨¢n por las carreras de ciencias cuando les llegue el momento de elegir.