CiU defiende ahora la prolongaci¨®n de los peajes con los mismos argumentos que rechaz¨® en 1990

Lo que son las cosas: CiU ha pasado a defender la rebaja de los peajes en las autopistas, a cambio de la prolongaci¨®n de las concesiones, con la fe del converso. Hasta la llegada de Artur Mas al Departamento de Obras P¨²blicas, la doctrina oficial de la coalici¨®n fue rechazar cualquier tipo de prolongaci¨®n en las concesiones, aunque, eso s¨ª, s¨®lo para las autopistas dependientes del Gobierno central. En las propias, el Gobierno catal¨¢n autoriz¨® repetidamente la ampliaci¨®n de las concesiones, los aumentos de peajes e incluso ambas cosas a la vez, sin contrapartidas para el usuario.

La fecha clave es el 22 de marzo de 1995. Ese d¨ªa el actual consejero de Econom¨ªa, Artur Mas, que entonces lo era de Pol¨ªtica Territorial y Obras P¨²blicas, propuso rebajar los peajes de las autopistas y prolongar las concesiones. Nadie le contradijo y la sugerencia cal¨® entre los dirigentes de la coalici¨®n hasta convertirse en doctrina, sancionada hace unos d¨ªas por el propio presidente del Ejecutivo, del partido y de la coalici¨®n, Jordi Pujol, que se neg¨® a s¨ª mismo sin necesidad de que el gallo cantara tres veces. CiU no s¨®lo hab¨ªa defendido lo contrario en declaraciones p¨²blicas, sino que hab¨ªa convertido su postura en proposici¨®n de ley, aprobada en el Parlament en noviembre de 1990, adem¨¢s de haber recurrido a los tribunales para impedir que el Gobierno central negociara con ACESA un peaje blando a cambio de m¨¢s a?os de concesi¨®n en la autopista del Maresme. Pujol fue taxativo y calific¨® este hecho de "enga?o a los catalanes". El momento m¨¢s sorprendente de la guerra desatada por CiU contra la prolongaci¨®n de los peajes de produjo en diciembre de 1990. El consejo nacional de Converg¨¨ncia Democr¨¤tica decidi¨® apoyar el combate legal contra la prolongaci¨®n de las concesiones llevado a cabo por el Ejecutivo de Jordi Pujol con una declaraci¨®n formal. En ese momento, uno de los consejeros de CDC, Joan Manuel Bas¨¢?ez, que ya estaba al frente de ACESA, se ausent¨® de la sala para evitar que sus intereses como directivo de la concesionaria entraran en colisi¨®n con sus convicciones como militante convergente. CiU hab¨ªa protagonizado otro episodio singular en mayo de ese mismo a?o en la Diputaci¨®n de Barcelona. Sus diputados presentaron una moci¨®n para reclamar que la autopista del Maresme fuera gratuita. El resto de los grupos acept¨® votarla, a?adiendo que se incluyeran en el paquete de la gratuidad las autopistas dependientes de la Generalitat. La proposici¨®n fue aprobada por el pleno de la Diputaci¨®n, pero CiU se abstuvo. Y es que la oposici¨®n de CiU a la prolongaci¨®n de las concesiones s¨®lo era v¨¢lida para las autopistas dependientes del Gobierno central, pero no reg¨ªa para las concesiones que otorgaba el Gobierno catal¨¢n. El argumento formal es que las obras propiciadas desde la plaza de Sant Jaume son imprescindibles para el reequilibrio territorial. Aumento del 20% Sobre este razonamiento se apoya la pol¨ªtica de autopistas del Ejecutivo que encabeza Jordi Pujol. Pol¨ªtica que se tradujo, en mayo de 1989, en la autorizaci¨®n a la empresa concesionaria de la explotaci¨®n del t¨²nel del Cad¨ª de un aumento del peaje del 20% al mismo tiempo que se prolongaba cuatro a?os la concesi¨®n. En junio de 1990, el Gobierno catal¨¢n aprob¨® un aumento del 25% del peaje de la autopista Terrassa-Manresa aduciendo que en ella el tr¨¢fico era escaso y claramente inferior al previsto. Pero la decisi¨®n m¨¢s pol¨¦mica se produjo en 1993 y afect¨® tambi¨¦n a la autopista Terrassa-Manresa: se prolong¨® la concesi¨®n 15 a?os, el m¨¢ximo legal, sin contrapartidas de ning¨²n tipo para nadie. La oposici¨®n calific¨® la medida de ilegal y reclam¨® explicaciones en el Parlament. Las dio el entonces titular de Pol¨ªtica Territorial, Josep Maria Cullell. La medida, dijo, buscaba el inter¨¦s p¨²blico. La diputada socialista Rosa Mart¨ª sigue sin comprender en qu¨¦ contribuye al inter¨¦s p¨²blico que una empresa privada gane m¨¢s o menos dinero. Y as¨ª se lleg¨® a la nueva etapa: Artur Mas propuso la nueva f¨®rmula: menos peaje, pero m¨¢s a?os, y todos la aceptaron como se se hubiera descubierto el misterio del huevo de Col¨®n. Desde aquel lejano 1995, los anuncios de las rebajas se han repetido una y otra vez, uno y otro mes, con variantes distintas. Primero fue la rebaja del IVA, reclamada por CiU, y luego la congelaci¨®n de los peajes, anunciada por el ministro de Fomento Rafael Arias Salgado en marzo de 1997. El IVA baj¨® un 9% (del 16% al 7%) en septiembre del pasado a?o, pero el hecho qued¨® ligeramente oscurecido porque al mismo tiempo se aplic¨® el aumento congelado durante unos meses. El resultado fue una reducci¨®n de en torno al 6%. El pasado mes se anunci¨® el acuerdo entre Fomento y ACESA, bendecido por el Gobierno catal¨¢n, para rebajar peajes cercanos a Barcelona a cambio de prolongar la concesi¨®n. Esta vez no todos est¨¢n contentos. Los residentes en Tarragona, Lleida o Figueres se preguntan por qu¨¦ tienen que pagar m¨¢s a?os a cambio de una rebaja en Sant Cugat, Mollet o Martorell.