La fr¨¢gil frontera entre detenci¨®n y libertad

Los motivos y los incidentes que rodean algunas detenciones son muchas veces confusos, porque la frontera que separa la libertad de las esposas depende s¨®lo del color del prisma por el que mire la polic¨ªa. A veces ese prisma parece volverse opaco y ocurren hechos como el que vivi¨® en sus carnes el joven Al¨ª Ahmed Medina, un barcelon¨¦s de padre gambiano que acab¨® en comisar¨ªa por una discusi¨®n de tr¨¢fico con tres polic¨ªas de paisano. Los agentes le denunciaron por resistencia a la autoridad y lesiones, y ¨¦l acudi¨® a SOS Racisme e hizo lo propio acusando a los polic¨ªas de detenci¨®n ilegal y lesiones. La denuncia del detenido est¨¢ siendo investigada por el Juzgado de instrucci¨®n n¨²mero 21 de Barcelona y la de los polic¨ªas ya ha sido juzgada y sentenciada. Al¨ª Ahmed ha sido absuelto con todos los dict¨¢menes favorables y la sentencia censura con gran dureza la actuaci¨®n en los hechos de los polic¨ªas denunciantes. En opini¨®n de la titular del Juzgado de lo Penal n¨²mero 22 de Barcelona, Maria Dolores Balibrea P¨¦rez, la versi¨®n policial no es cre¨ªble por las contradicciones en que incurrieron los agentes en el juicio y por algo que nada tiene que ver con el C¨®digo Penal pero s¨ª con el sentido com¨²n: el detenido es un joven de complexi¨®n d¨¦bil, y los tres polic¨ªas corpulentos, lo que hace dif¨ªcil que se les pudiera resistir, y mucho menos lesionarlos. Los hechos ocurrieron la ma?ana del 13 de enero de 1997 en la calle del Segre de Barcelona, cuando Al¨ª Ahmed se dirigi¨® a los ocupantes de un veh¨ªculo aparcado en direcci¨®n contraria porque obstaculizaban el paso del suyo. Uno de los agentes, Aquilino Luis Herrera, se baj¨® del coche e inici¨® una discusi¨®n con el joven, a la que se sumaron luego ?ngel Oswaldo Venero y Francisco Manuel Mellado. Los polic¨ªas aseguran que se identificaron, pero el joven y los testigos de la defensa lo negaron en el juicio. Altercado violento El caso es que al final, explica la sentencia, se produjo un "altercado violento, sin que haya quedado acreditado que el acusado, sabiendo que los mencionados eran funcionarios del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, los insultara, faltara al respeto o desobedeciera". Inicialmente la fiscal¨ªa solicit¨® 8 meses de c¨¢rcel por resistencia a la autoridad y 12 fines de semana de arresto por tres faltas de lesiones, aunque al final los cargos quedaron reducidos a una falta de respeto y consideraci¨®n hacia la polic¨ªa. La sentencia da validez a la versi¨®n del acusado, quien neg¨® haber insultado a los agentes y explic¨® que no sab¨ªa que lo eran, ya que "dado su comportamiento y su forma de pegarle, no pod¨ªa cre¨¦rselo". Esta versi¨®n fue avalada por los testigos de la defensa, quienes coincidieron en que los tres polic¨ªas "pegaban al acusado, que cay¨® varias veces al suelo, que apenas se defend¨ªa y no agred¨ªa, y que a gritos ped¨ªa que avisaran a la polic¨ªa". Por eso, aunque el joven profiriese alguna palabra ofensiva, la juez cree que no se le puede condenar porque "es l¨®gico que el acusado pensara que no eran polic¨ªas quienes le estaban pegando". Por el contrario, la juez recuerda que las declaraciones de los polic¨ªas en el juicio "no son demasiado cre¨ªbles" porque lo que explicaron no coincide con lo escrito en el atestado, en el que consta que el detenido cogi¨® un bate de b¨¦isbol y amenaz¨® a los tres agentes. Por ese motivo, la defensa del acusado, ejercida por Jordi Galdeano, pidi¨® que se diese parte al juzgado de guardia de las declaraciones de los polic¨ªas por falso testimonio, pero la juez cree que la intenci¨®n de los agentes no era "deliberadamente faltar a la verdad" y considera que su versi¨®n de los hechos forma parte "del margen de error y confusi¨®n de toda manifestaci¨®n humana". "Se limitaron a pegarle" La juez precisa que la actuaci¨®n de la polic¨ªa "no es la propia y profesional de unos funcionarios", pues "en vez de reducir al acusado intentando esposarle, se limitaron a pegarle". En este sentido, la sentencia explica que la versi¨®n de los polic¨ªas debe rechazarse tambi¨¦n porque "no concuerda ni con la circunstancia de ser tres los agentes que ten¨ªan que reducir al acusado, tres hombres adultos y de complexi¨®n normal, frente al acusado, un joven m¨¢s bien delgado". La sentencia recuerda los partes m¨¦dicos presentados por el joven y las fotos con las supuestas lesiones que sufri¨® por la acci¨®n policial, documentos que fueron incorporados a la denuncia que present¨®.