Se desbord¨® el optimismo

Las alternativas tienen eso entre otras cosas: que predisponen mucho en favor del ne¨®fito. Y cuando ¨¦ste adem¨¢s echa el resto y encima es paisano, para qu¨¦ queremos m¨¢s. La plaza se llen¨® por primera vez en lo que va de feria, y puede casi asegurarse que en Ledesma cerr¨® todo el mundo por la alternativa de Domingo L¨®pez Chaves, que es de all¨ª y cuenta con legi¨®n de admiradores. La empresa deber¨ªa tener un detalle con la vecindad ledesmina, ya que ha venido a sacarle el cuerpo del mal a?o, con motivo del mentado acontecimiento.Dicho lo anterior, palmas para la presentaci¨®n de los toros de los hermanos Guti¨¦rrez Lorenzo, que son hijos del matador y ganadero Ni?o de la Capea. Al comportamiento ya hay que ponerle reparos. Todos salieron huidizos, peg¨¢ndose unos sustos de aupa y march¨¢ndose de cuantos capotes se les pon¨ªan por medio. Hubo uno que hasta mir¨® a la barrera con ganas de dar el brinco y se aguant¨® a ¨²ltima hora. En el caballo, varita, ruido de estribos y a correr fue la t¨®nica general, y en la muleta, ciertamente ninguno plante¨® problemas insalvables, llegando incluso el quinto a parecer bravo. Y lo digo como apariencia, porque en el muleteo olisque¨® la arena, escarb¨® y fue a morir al estribo, detalles que ponen en tela de juicio la supuesta bravura.

L¨®pez Chaves tom¨® la alternativa y se meti¨® la plaza en el bolsillo, porque estuvo entregado de veras y bastante tranquilo considerando el trance, siempre emotivo. Se mostr¨® bullidor y mulete¨® al toro de su alternativa, de nombre Bichero, en los medios de la plaza. Por cierto, que el padrino y el testigo cedieron al nuevo matador de toros en el apartado, el lote que m¨¢s le gustase como antiguamente se sol¨ªa hacer en casos semejantes. Lo aprovech¨® aunque no siempre lig¨® los pases. Como esto es mal general, se suele dar por bueno aunque no lo sea. Predomin¨® en el torero su af¨¢n de ir a por todo, sin escatimar esfuerzo ni exposici¨®n. Y eso, sin duda, es de agradecer y de esperar, porque si en el d¨ªa de la alternativa se anda uno con tiquis miquis, ya me contar¨¢n.

Joselito, ni fu ni fa, y si me apuran, m¨¢s bien fu. Despegado, rematando hacia afuera en su primero; no enmend¨® la plana en el cuarto, sino que se mantuvo en la misma l¨ªnea, no obstante lo cual hubo petici¨®n de oreja, que ya es decir.

Con Ponce tambi¨¦n se volvi¨® loca la plaza. En su primero anduvo aseadillo sin m¨¢s, pero en el quinto se estableci¨® esa comunicaci¨®n toro-torero-p¨²blico que no hay quien la pare y uniendo al comportamiento del toro la evidente decisi¨®n del espada, ya se figurar¨¢n. Gritos de "?torero, torero!", y a mirar para otro lado cuando el matador daba una carrerita entre pase y pase. En ocasiones lig¨®, es verdad. Puede parecer milagro visto lo visto, pero as¨ª fue. Tampoco fue ¨®bice que en la faena se recorriesen demasiados terrenos. Cuando la vaca est¨¢ por dar leche, ya se sabe: hasta por los cuernos.