Rafael Azcona y Manuel Vicent hacen memoria a la hora del caf¨¦
El periodista ?ngel S. Harguindey re¨²ne a los dos escritores en un libro
Primero se com¨ªa y se charlaba sin m¨¢s y luego, cuando llegaba la hora del caf¨¦, un t¨¦cnico de sonido instalaba un equipo y grababa las conversaciones. As¨ª, y durante casi diez sobremesas, el guionista Rafael Azcona, el escritor Manuel Vicent y el periodista ?ngel S. Harguindey escribieron el libro Memorias de sobremesa, que ayer present¨® en Madrid el editor Juan Cruz y que propone, en forma de tertulia, un viaje por la memoria.
En Memorias de sobremesa (EL PA?S-Aguilar), Rafael Azcona recuerda que s¨®lo una vez en su vida, cuando vio en una cala de Ibiza a Errol Flynn, sinti¨® verdadera envidia. El actor estaba solo, en la cubierta de un velero, servido por un camarero, "y seguramente reci¨¦n salido de una org¨ªa noctura", dice el guionista de El cochecito, Pl¨¢cido y El verdugo, que en otro momento del libro relata c¨®mo en plena Gran V¨ªa madrile?a un sastre dise?aba de madrugada abrigos a medida para el invierno. Eran los a?os 50 y ¨¦l era un joven de Logro?o que trabajaba en una carboner¨ªa de la capital, que hu¨ªa de los males de un amor imposible y que todav¨ªa no sab¨ªa mucho de lo que m¨¢s tarde ser¨ªa su vida, el cine.En el mismo libro, Manuel Vicent confiesa que hoy, que desayuna con aceite virgen de oliva, se despierta a primera hora de la ma?ana y dos se?ales le recuerdan que existe m¨¢s de un camino. Entre los trinos de los pajaros que entran por la ventana de su casa -en una vieja colonia de Madrid- y los gritos de las tertulias radiof¨®nicas que llegan desde su mesilla de noche, su filosof¨ªa "es seguir el camino de los sentidos".
Bajo la batuta del periodista ?ngel S. Harguindey, Azcona y Vicent unen recuerdos y pensamientos dispares en un libro repleto de an¨¦cdotas que, como se?alaron ayer sus tres autores, tiene un principal -y b¨¢sico- hilo conductor: el sentido del humor. Un humor que les une a la hora de hablar de cualquier tema: vejez, amor, sexo, pol¨ªtica, ¨¦xito, cine o literatura. "Y un humor que en ning¨²n momento fue necesario imponer porque surge espont¨¢neamente de ellos", afirm¨® ?ngel S. Harguindey.
"Es un libro que tambi¨¦n une dos placeres, el de la charla y el de la buena mesa", a?adi¨® Carmen Lacambra, directora de EL PA?S-Aguilar. "Pero que no est¨¢ hecho durante la comida", matiz¨® Vicent, "sino despu¨¦s, a la hora del alcohol, cuando uno est¨¢ ya relajado. Es un libro engendrado desde el placer." "Despu¨¦s de comer uno se siente en paz", a?adi¨® Azcona, "con cierta predisposici¨®n a sentirse no dir¨¦ como en el nirvana pero s¨ª como en el cielo, por eso es un libro en el que hemos dicho siempre lo que nos sal¨ªa espont¨¢neamente, a veces sin pensarlo demasiado."
Un placer por contar que ayer tambi¨¦n se pudo ver en la presentaci¨®n del libro, un desayuno que acab¨® siendo tambi¨¦n plataforma para contar m¨¢s an¨¦cdotas y en el que Vicent record¨® c¨®mo cuando lleg¨® a Madrid vio por primera vez a Azcona en el caf¨¦ Comercial, dormido con una servilleta en la cabeza. "El camarero me dijo: "mire, ese que est¨¢ debajo de la servilleta es el gran escritor Azcona."
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.