"S¨®lo puedo decir cosas serias y trascendentes a trav¨¦s del humor"
Alexis Vald¨¦s, a sus 35 a?os, no necesitar¨ªa presentaci¨®n alguna en su Cuba natal. All¨ª es un actor muy popular, considerado fundamentalmente humorista, de esos que gozan de prestigio y de los que nunca han dejado de trabajar y le paran por la calle. En Francia entusiasma como actor en una serie para TF1. En Espa?a s¨®lo ha tenido experiencia en la televisi¨®n vasca y en Barcelona, donde se ha hecho un hueco de la mano de profesionales como Josep Maria Flotats, Mario Gas o Calixto Bieito, directores que le han buscado para papeles muy diversos, interpetando personajes con los que siempre ha destacado y ha estado a punto de eclipsar a afamados colegas de renombre.Ahora llega a Madrid, donde hoy estrena en el Teatro Alfil su espect¨¢culo en solitario al que ha denominado Me sale de mi cabecita. Es la primera vez que viene a esta ciudad en solitario y para empujarle en su deb¨² esc¨¦nico ha contado con un peculiar padrino, el mism¨ªsimo Crist¨®bal Col¨®n, que dice, con retranca, haber redescubierto al ind¨ªgena en forma de joya esc¨¦nica; en realidad es el showman Javier Gurruchaga que no duda en apoyar a este colega, afirmando que estamos ante un grand¨ªsimo actor con un humor lleno de aromas de los hermanos Marx, al que quiere dulcificar que se le trate como a un novato, a pesar de ser un profesional consagrado.
Su espect¨¢culo, un recorrido por diversas historias de realismo absurdo contadas desde un humor inteligente, es el marco ideal para que Vald¨¦s saque a pasear a una especie de payaso contempor¨¢neo que lleva dentro: "Todo lo baso en la palabra y en la descomposici¨®n de ¨¦sta y los conceptos, trato de contar cosas importantes, graves, pero lo hago desde el humor porque yo no s¨¦ ser serio", y a?ade: "Todo lo pretendidamente serio me produce una especie de verg¨¹enza, me remuevo con pudores inc¨®modos, pienso que es m¨¢s digno y eficaz decir algo, que puede ser profundamente serio, a trav¨¦s de la iron¨ªa, adem¨¢s de esa manera nadie se te pone a la defensiva y puedes abordar cosas mucho m¨¢s trascendentales que si te pones intencionadamente serio".
Hijo de un conocido actor cubano, Leonel Vald¨¦s, este joven caribe?o trata de mostrar a trav¨¦s de su montaje c¨®mo piensa: "No es que exhiba una serie de principios, sino que cuento mis puntos de vista, que defiendo encima de un escenario y en mi casa a la hora de comer, que tampoco son especialmente originales, pero que est¨¢n ah¨ª, en mi cabecita". Una cabecita de perfeccionadas facciones que hace suspirar a m¨¢s de un espectador. Tampoco faltan en su montaje diversas reflexiones sobre el sentido de ser negro.
Vald¨¦s es uno de los pioneros en su pa¨ªs en trabajar como actor aut¨®nomo e independiente, en una ¨¦poca, la de los 90, en la que todos los profesionales est¨¢n adscritos a colectivos esc¨¦nicos o a trabajos de car¨¢cter fijo.
Tambi¨¦n es uno de los artistas de la isla que m¨¢s se mueven: "En Cuba nunca he tenido problemas para ir a ning¨²n lado; entre las autoridades y yo hay un nivel de respeto mutuo y si esto se produce no hay ning¨²n impedimiento, yo jam¨¢s me meto con ellos ni ellos conmigo, y en esa situaci¨®n no s¨®lo estoy yo, sino otros muchos profesionales, como Jorge Perugorr¨ªa, adem¨¢s nunca saldr¨ªa a ofrecer ruedas de prensa en el extranjero poniendo a parir al Gobierno de mi pa¨ªs, entre otras cosas no puedo porque tengo un tremendo respeto por una abuela m¨ªa, profundamente comunista; ella viene a ser como mi alter ego, me ha influido mucho y no pienso traicionar a mi abuela", dice Vald¨¦s, que lo ¨²nico que pretende, tanto aqu¨ª como all¨ª, es trabajar y gustar.
Babelia
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