M¨¦dicos de Ly¨®n injertan la mano de un muerto a un mutilado
Los dedos de la mano asoman por debajo de las vendas y Clint los ve y le parecen id¨¦nticos, sonrosados y calientes, que los suyos, que los de la otra mano. As¨ª explicaba ayer Jean-Michel Dubernard la sorpresa esperanzada de Clint Hallam, un neozeland¨¦s de 48 a?os al que, por primera vez en la historia, se le ha trasplantado el antebrazo y la mano de otra persona. La operaci¨®n se ha realizado en Ly¨®n (Francia), en el hospital Edouard-Herriot, y ha estado a cargo de un equipo dirigido por el citado Dubernard y el australiano Earl Owen."Ahora el problema m¨¢s importante es de rechazo". Pero la proeza t¨¦cnica no se sabr¨¢ si es s¨®lida "hasta dentro de un a?o o dos, cuando haya recuperado la sensibilidad en los dedos y superado el riesgo de rechazo".
Clint Hellman perdi¨® su extremidad superior en 1989, cuando se la cort¨® una sierra circular. Entonces los m¨¦dicos australianos intentaron reimplantarle su propio brazo pero el organismo no lo acept¨®. "Las nuevas substancias inmunosupresivas como el Tacrolimus y el Mycophenolate nos han permitido arriesgarnos a hacer la operaci¨®n".
La costosa operaci¨®n ha sido pagada por el propio Hallam y un mecenas de Ly¨®n interesado por los progresos cient¨ªficos.
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