Un embarazo "largo y a distancia"

En palabras de la diputada socialista Lourdes Alonso, el proceso de adopci¨®n es "un embarazo largo, duro y a golpe de tel¨¦fono". Su experiencia como madre adoptiva le lleva a sugerir la conveniencia de agilizar los tr¨¢mites, a fin de que el "farragoso itinerario" que deben recorrer los adoptantes no acabe por desanimarlos. No obstante, y pese a que considera que la lentitud de la justicia tambi¨¦n perjudica a los ni?os, asegura que, una vez juntos, los vericuetos burocr¨¢ticos se olvidan y se puede decir que "ha merecido la pena". Este largo peregrinaje, que en cierto modo pretende evitar el tr¨¢fico ilegal de ni?os y velar por el inter¨¦s del adoptado, comienza por los requisitos: Tener 25 a?os cumplidos y, por lo menos, 14 m¨¢s que el futuro hijo. Una vez preparado el expediente de adopci¨®n (tras un breve curso de formaci¨®n y un informe sicol¨®gico y social), el Consejo de Adopci¨®n de Menores debe valorar la idoneidad, que finalmente certifica la Direcci¨®n General de Familia y Adopciones. La consejer¨ªa traslada despu¨¦s el expediente a la entidad mediadora elegida por el solicitante, que a su vez lo enviar¨¢ al pa¨ªs correspondiente para que lo estudie. Tras la resoluci¨®n del juez competente, se proceder¨¢ a la inscripci¨®n del ni?o o ni?a en el Registro Civil y en el Libro de Familia. Los futuros padres deben desplazarse adem¨¢s al pa¨ªs de origen del menor y pasar all¨ª entre 25 y 60 d¨ªas, para que el peque?o se vaya acostumbrando a ellos. Todo un periplo que, pese a la gratuidad del servicio que presta la Administraci¨®n, termina suponiendo un desembolso importante de dinero, debido a los numerosos tr¨¢mites exigidos (legalizaci¨®n de documentos notariales, traducci¨®n jurada, honorarios del abogado en el pa¨ªs de origen, tasas judiciales y desplazamiento y estancia en el pa¨ªs, entre otros). Con el objeto de comprobar si el ni?o se ha integrado perfectamente en su nueva familia, y para garantizar al m¨¢ximo su desarrollo madurativo, afectivo y emocional, algunos pa¨ªses exigen formalizar un compromiso de seguimiento de la adopci¨®n, que suele durar aproximadamente cinco a?os m¨¢s.