El Consell aprueba un decreto sobre m¨¢quinas tragaperras que beneficia a los grandes del sector

El Consell aprob¨® ayer un nuevo reglamento sobre m¨¢quinas recreativas y de azar, conocidas como tragaperras, que beneficia a los grandes del sector, esencialmente las sociedades Cirsa y Franco, que se disputan el liderazgo de un mercado que movi¨® durante 1997 en el conjunto del Estado, en las denominadas m¨¢quinas B, la friolera de 1.249.966 millones de pesetas, una cantidad superior al presupuesto de la Generalitat. S¨®lo en la Comunidad Valenciana, el gasto de los ciudadanos en m¨¢quinas B, las que ofrecen premios en met¨¢lico, durante 1997 ascendi¨® a 134.246 millones, seg¨²n la Comisi¨®n Nacional del Juego del Ministerio de Interior, recogidos en la memoria del ejercicio pasado.

La nueva regulaci¨®n eleva la cuant¨ªa m¨¢xima de los premios que pueden ofrecer las tragaperras de 5.000 a 10.000 pesetas. Permite homologar nuevas m¨¢quinas que concedan premios de hasta 25.000 pesetas. Reduce la presi¨®n administrativa sobre el operador de las tragaperras puesto que las fianzas necesarias para instalar m¨¢quinas disminuyen. Hasta la fecha, los empresarios estaban obligados a depositar una fianza de 50 millones de pesetas si dispon¨ªan de una cantidad de m¨¢quinas instaladas entre 101 y 300. Ahora, con s¨®lo cinco millones se considera avalada la instalaci¨®n de 50 m¨¢quinas. Y s¨®lo se exigir¨¢ una cantidad equivalente por cada paquete de 50 nuevas tragaperras dispuestas para tentaci¨®n del p¨²blico. El decreto establece que las fianzas tendr¨¢n car¨¢cter indefinido, renovables autom¨¢ticamente de tres en tres a?os, salvo denuncia en contra que debe ser notificada con un plazo de antelaci¨®n de seis meses. Pero la novedad m¨¢s significativa es la obligaci¨®n impuesta a los bares de contratar las dos m¨¢quinas tragaperras para las que se les concede autorizaci¨®n con un solo operador. Seg¨²n Jos¨¦ Joaqu¨ªn Ripoll, portavoz del Consell, la denominada "exclusividad en la explotaci¨®n" persigue evitar la "rotaci¨®n" en las m¨¢quinas de los bares para garantizar un efectivo "control administrativo y fiscal" de las mismas. Ripoll asegur¨® que el nuevo reglamento sobre tragaperras ha sido consensuado y elaborado con "la unanimidad de todo el sector". Pero, de hecho, la exclusividad beneficia a los grandes operadores que son los ¨²nicos que pueden permitirse renovar las m¨¢quinas y ofrecer las ¨²ltimas novedades para se?uelo de jugadores. La incapacidad de los operadores peque?os para competir limita su capacidad de competencia. Adem¨¢s, las dos grandes empresas del sector, Recreativos Franco y Cirsa, han desarrollado una pol¨ªtica de participaci¨®n en otras operadores menores que asumen la distribuci¨®n y mantenimiento de las tragaperras y que les colocan en una posici¨®n de absoluto dominio sobre la competencia. Interrogado sobre el volumen de juego en m¨¢quinas tragaperras en la Comunidad Valenciana, Ripoll s¨®lo coment¨® que las 93 salas de juego operativas en territorio valenciano durante 1995 se hab¨ªan reducido a 90 en 1996. El portavoz del Consell asegur¨® no disponer de los datos correspondientes a 1997, publicados en la memoria de la Comisi¨®n Nacional del Juego del Ministerio de Interior. Seg¨²n los mismos, el n¨²mero de m¨¢quinas B en la Comunidad Valenciana era de 23.146 en diciembre de 1996 y pas¨® a 24.704 un a?o despu¨¦s, un crecimiento del 6,7%. El n¨²mero de salones de tipo B en diciembre de 1997 se elevaba a 119. Y el volumen jugado en la Comunidad Valenciana en m¨¢quinas B ascend¨ªa a 134.246 millones, sobre un total estatal de 1.249.966 millones.