Una victoria sin entusiasmo
Una conexi¨®n Kiko-Valer¨®n resolvi¨® para el Atl¨¦tico un partido flojo
Con la ley del m¨ªnimo esfuerzo, el Atl¨¦tico puso rumbo a la segunda ronda. Lo hizo desde la comodidad, sin m¨¢s sobresaltos que los que su propia desidia le proporcion¨® en la primera mitad y sin necesitar tomar m¨¢s precauciones con el rival que las que exig¨ªan sus afiladas botas, siempre prestas para la patada. Los rojiblancos, con todo, dejaron Belgrado con demasiadas heridas: Serena se uni¨® a la lista de v¨ªctimas de la violencia del Obilic, Molina fue expulsado y Mena amonestado, con lo que tambi¨¦n se perder¨¢ la primera cita de la siguiente fase.El Atl¨¦tico se lo tom¨® sin ning¨²n entusiasmo. Y fue la peor decisi¨®n que pod¨ªa tomar. Porque aunque el Obilic confirm¨® toda la mediocridad que lleva dentro, ya avisada con creces en la ida, a los rojiblancos les pudo hacer da?o su siesta del primer tiempo. Hasta tres veces se plantaron los yugoslavos con malas intenciones ante las mismas narices de Molina, y hasta el palo tuvo que escupir el bal¨®n en una de ellas. Tres sustos serios, aquello sobre lo que tanto hab¨ªa avisado Sacchi en los d¨ªas previos. "Partimos con ventaja s¨®lo si nos mentalizamos de que no existe tal ventaja, hay que jugar como si estuvi¨¦ramos 0-0", advert¨ªa el t¨¦cnico. Pero no. El Atl¨¦tico salt¨® al campo con cara de clasificado, seguro de que ni el peor de los casos podr¨ªa poner en peligro su pasaporte a la siguiente fase. Quiso manejar el encuentro desde la comodidad, manejando la pelota, durmiendo el partido, esperando que sonara la bocina final. Se olvid¨® de la presi¨®n decidida y dirigi¨® sus ataques sin la convicci¨®n del que necesita que acaben bien, anunciando a voces su poca ambici¨®n.
OBILIC 0
ATL?TICO 1Obilic: Lukic; Savic (Vergec, m.46), Mrkic, Novic; Zoric (Litera, m 60) , Zivkovic, Grozdic, Sarac (Juskic, m.70); Kovacevic y Rankovic. Atl¨¦tico: Molina; Aguilera, Santi, Chamot, Serena (Toni, m. 7); Roberto, Mena, Valer¨®n, Lard¨ªn (Njegus, m.75); Kiko y Jos¨¦ Mari (Jaro, m.56). Goles: 0-1. M.54 Kiko recibe un centro de Valer¨®n desde la banda izquierda, controla y dispara con la derecha a la media vuelta. ?rbitro: Vegereef (Holanda). Expuls¨® a Molina (m.56) por una fuerte entrada a Grozdic fuera del ¨¢rea. Sancion¨® con amarilla a los serbios Sarac, Novic y Juskic, y a los atl¨¦ticos Chamot y Mena. Unos 7.000 espectadores en el estadio del Partiz¨¢n de Belgrado, entre los que se encontraban unos 300 rojiblancos.
El Obilic ense?¨® m¨¢s orden, ya no mare¨® el partido con sus incontables marcajes al hombre y no se tom¨® el compromiso a la desesperada. Su t¨¢ctica fue la de consentir que el Atl¨¦tico se durmiera, despertarle de vez en cuando a base de golpes y probar su propia fortuna en las contadas ocasiones en las que los rojiblancos les ced¨ªan el bal¨®n. Entonces buscaban la aventura por una banda, aprovechaban la permisividad de los madrile?os, y lanzaban el pu?al: Zivkovic (m. 24), y Sarac (m. 31 y 43) pusieron un nudo en la garganta de Molina. Del Atl¨¦tico no hubo m¨¢s noticias en todo el primer tiempo que un remate de Lard¨ªn al palo.
Arranc¨® el Atl¨¦tico en la segunda parte con otro color, m¨¢s despierto. Como si hubiera aprendido de los tres avisos del Obilic. Sali¨® a por el partido, esta vez m¨¢s convencido de que s¨®lo un gol podr¨ªa darle la tranquilidad definitiva. Y no le cost¨® demasiado extraer beneficios: diez minutos. Bast¨® una conexi¨®n Valer¨®n-Kiko para desnudar al Obilic. Fue un globito sutil del media punta en una falta que anunciaba m¨¢s bien una rosca al segundo palo, un control de espaldas posterior del delantero, un giro y un tiro al rinc¨®n: una jugada que, por las veces que la ha realizado el Atl¨¦tico en lo que va de temporada -as¨ª marc¨® tambi¨¦n en Montju?c- debe estar se?alada en rojo en el libro de acciones de estrategia del equipo de Sacchi.
La historia estaba cerrada. Y no se abri¨® ya, ni siquiera cuando minutos despu¨¦s Molina tuvo que salir a la desesperada a los pies de Grozdic, derribarle y ganarse la expulsi¨®n. El suceso hizo herida y gorda en el Atl¨¦tico, pero m¨¢s con miras al futuro, a la siguiente ronda que se tendr¨¢ que perder el guardameta titular rojiblanco, que respecto del partido de ayer en s¨ª.
El Obilic se aprovech¨® de la superioridad num¨¦rica para tomar las riendas del partido. Pero el Atl¨¦tico sab¨ªa, ya s¨ª, que la clasificaci¨®n la ten¨ªa ya guardada en el equipaje. Acept¨® el gui¨®n, se repleg¨® atr¨¢s y sin despenairse alcanz¨® el final. Pas¨® sin m¨¢s el tr¨¢mite de Belgrado. Y casi silbando, por mucho que su conformismo inicial, su falta de entusiasmo, le obligara a sufrir tres sustos en la primera mitad.
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