Brasil aprovecha la campa?a electoral para ofrecer garant¨ªas a los organismos de cr¨¦dito
ENVIADO ESPECIALA cuatro d¨ªas de los comicios generales, el Gobierno y los medios de comunicaci¨®n brasile?os est¨¢n m¨¢s pendientes de Washington que de los avatares de la campa?a electoral que se cierra ma?ana. La capital estadounidense es escenario estos d¨ªas de reuniones financieras de alto nivel, en las que se decidir¨¢ buena parte del futuro inmediato de la cr¨ªtica situaci¨®n econ¨®mica de Brasil. Los organismos multilaterales perfilan con los enviados del presidente Fernando Henrique Cardoso los detalles de un paquete de ayuda, que puede alcanzar 30.000 millones de d¨®lares, a repartir entre el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial y bancos privados estadounidenses.
Brasil se presenta, y no por motivos dignos de envidia, como el pa¨ªs estrella de la asamblea anual del FMI y el Banco Mundial que se inaugur¨® ayer. El gigante de la econom¨ªa latinoamericana no consigue frenar la sangr¨ªa que supone la fuga de capitales, y el lunes la cifra volvi¨® a crecer, hasta 687 millones de d¨®lares, lo que eleva a m¨¢s de 30.000 millones la p¨¦rdida de reservas desde el inicio de la crisis de Rusia, en agosto pasado.
Frente a la dimensi¨®n de estas cifras, los discursos electorales pierden buena parte de su sentido. En esta campa?a se ha producido la paradoja de que la tormenta financiera ha apartado otros temas de las distintas agendas electorales, y al mismo tiempo apenas ha existido un debate entre los candidatos sobre la crisis econ¨®mica. Los principales competidores de la oposici¨®n, Luiz Inacio Lula da Silva y Ciro Gomes, se han desga?itado reclamando en vano una discusi¨®n con el candidato Cardoso. El presidente ha seguido la estrategia de no debatir con el adversario, y ha ocultado, con amplio apoyo medi¨¢tico, la gravedad de la crisis.
Para obtener el apoyo de los pa¨ªses m¨¢s industrializados, Cardoso tratar¨¢ de "mostrar que est¨¢ adoptando las medidas fiscales correctas" en la reuni¨®n del Grupo de los 22 (el G-7 y las 15 mayores econom¨ªas emergentes) que comienza el lunes tambi¨¦n en Washington, seg¨²n una fuente oficial. La semana pasada anunci¨®, en un gesto ins¨®lito, la puesta en marcha inmediatamente despu¨¦s de las elecciones del domingo de un dr¨¢stico plan de ajuste fiscal, del que no ha dado grandes detalles, y que provoc¨® severas cr¨ªticas de oposici¨®n y de algunos sectores del partido de Gobierno. La elecci¨®n del G-22 como escenario escogido por el mandatario para explicar las medidas de ajuste pretende evitar una imagen de sometimiento al FMI, verdadero demonio para los brasile?os, aunque es dif¨ªcil imaginar un aval internacional a Brasil en forma de pr¨¦stamos millonarios sin el benepl¨¢cito previo del Fondo. Fuentes brasile?as admiten estar negociando con t¨¦cnicos del organismo financiero internacional.
La inc¨®gnita del plan de ajuste es si incluir¨¢ una devaluaci¨®n. Los principales bancos de inversiones con sede en EEUU llevan a cabo una intensa campa?a para incluir una devaluaci¨®n del real en el programa macroecon¨®mico en discusi¨®n con el FMI y otros organismos multilaterales. La prensa brasile?a ha llegado a denunciar la existencia de un grupo de presi¨®n en favor de la devaluaci¨®n.
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