Muere a los 90 a?os Bruno Munari, pionero del dise?o industrial

Bruno Munari, inventor de las m¨¢quinas in¨²tiles, pionero del dise?o industrial italiano, falleci¨® la madrugada del mi¨¦rcoles en su domicilio de Mil¨¢n. Munari, que padec¨ªa un c¨¢ncer desde hace tiempo, hab¨ªa cumplido los 90 a?os. El artista estaba casado con Dilma Munari, de 87 a?os, y ten¨ªa un hijo, Alberto. La figura de Munari fue recordada ayer en los informativos de la televisi¨®n italiana como la de un protagonista ir¨®nico y sonriente de la vanguardia art¨ªstica y de la vida cultural italiana a lo largo de m¨¢s de 60 a?os.Con apenas 30 a?os fund¨® junto a Gillo Dorfles, Atanasio Soldati y Gianni Monnet el llamado MAC (Movimiento para el Arte Concreto) con el objetivo de desarrollar la pintura y la escultura abstractas, desvinculadas completamente del mundo circundante. De esa ¨¦poca gloriosa son las famosas "pinturas negativas-positivas" de 1950. Munari las explicaba se?alando: "El color se mueve en el espacio ¨®ptico entre la tela y el espectador, as¨ª el fondo se vuelve forma, y la forma, fondo". En esos a?os realiza los experimentos con la luz polarizada. Un filtro Polaroid permite desmontar la luz y extraer los colores pur¨ªsimos, gracias a las materias transparentes con estructura polarizante. Otra de sus creaciones m¨¢s famosas, los tenedores habladores, fue realizada en 1958. Se trata de un curioso tenedor plegado como una mano sorprendida en el gesto de indicar algo. "El arte es b¨²squeda continua", explicaba Munari, "asimilaci¨®n de las experiencias pasadas, acumulaci¨®n de experiencias nuevas, en la forma, en el contenido, en la materia, en la t¨¦cnica, en los medios". Acostumbrado a las cr¨ªticas de los m¨¢s pacatos, Munari advert¨ªa: "El mayor obst¨¢culo para comprender una obra de arte es querer entenderla".

Simplicidad

Sus m¨¢quinas in¨²tiles traducen a la perfecci¨®n esta convicci¨®n suya. Se trata de formas geom¨¦tricas simples, de madera, metal, de cart¨®n, unidas con hilos que se mueven al menor movimiento del aire convirti¨¦ndose en algo cambiante ante los ojos del espectador. Munari se mofaba a su modo de los vicios de nuestra ¨¦poca, como la velocidad, la productividad, la utilidad. Valores que no le convenc¨ªan. Ayer, el creador Gean Michele Folon le record¨® con afecto como el maestro de la simplicidad.Entre sus obras m¨¢s originales figuran las llamadas esculturas de viaje. La idea del autor al realizarlas era que estas peque?as piezas deb¨ªan incorporarse a la maleta para ser colocadas en las an¨®nimas habitaciones de hotel, d¨¢ndole al viajero una sensaci¨®n de calor personal en la estancia.

En 1953 uno de sus juguetes gana el Comp¨¢s de Oro, una especie de Nobel del dise?o. En esa etapa se consolida su fama de creador, pero Munari no dej¨® de progresar en su b¨²squeda de respuestas art¨ªsticas hasta el final de su vida. En su libro El arte como oficio -publicado en Espa?a por Gustavo Gili- explica cu¨¢l es el secreto de lo maravilloso: si la forma de un objeto es bella el m¨¦rito est¨¢ en la exactitud de los componentes, porque lo bello es lo justo.