De habla hispana
Gira Calaveras y Diablitos. Sala Roxi. Valencia, 1 de octubre de 1998.Rock latino quiere decir sobre todo rock cantado en castellano y producido tierras de habla hispana incluida por supuesto Estados Unidos. Los grupos que llevan pegada esa etiqueta, compatible con las influencias del rock anglosaj¨®n, asumen en su m¨²sica diferentes dosis de ritmos o aromas aut¨®ctonos y variadas referencias -no siempre- en sus letras a temas social, pol¨ªtica o vitalmente pr¨®ximos. Entre las bandas que participan en la gira Calaveras y Diablitos, iniciada anteanoche en Valencia, las que m¨¢s se ajustan a estos patrones son, sin duda, los mejicanos Maldita Vecindad y los argentinos Fabulosos Cadillacs. Estos ¨²ltimos cerraron, con raz¨®n, la velada. Era l¨®gico tanto por su trayectoria, plagada de buenos ¨¢lbumes, buenas canciones e inestimables colaboraciones, como por la solidez de su directo, donde se revelan sin lugar a dudas como uno de los grupos m¨¢s relevantes del rock latinoamericano. En esta ocasi¨®n, Los Fabulosos hicieron menos concesiones al jolgorio de lo que es habitual en ellos y apostaron por la perfecci¨®n en la ejecuci¨®n de las canciones, con vertiginosos cambios de ritmo abordados sin fisuras -Surfer Calavera, de su ¨²ltimo ¨¢lbum, fue una buena muestra- y una riqueza de arreglos y armon¨ªas notable, donde conviven el ska, el tango, el rock progresivo y la rumba con cualquier otra cosa que se ponga a su alcance. El resultado fue una m¨²sica arrolladora, aplastante, donde la voz no dejaba de ser un complemento. Maldita Vecindad regres¨® a los or¨ªgenes, a la m¨²sica de barrio, m¨¢s directa, contundente y alocada que la puesta en escena de los Cadillacs. Donde ¨¦stos pusieron orden, aquellos reivindicaron el desorden sobre la base del ska y la actitud punk, rindiendo tributo al ej¨¦rcito zapatista, a Bola de Nieve y Benny Mor¨¦ y, finalmente, a toda la m¨²sica latina con su inolvidable Pachuco. A pesar de las bondades de su ¨²ltimo disco, este viejo tema es uno de los m¨¢s populares de los mejicanos, del mismo modo que Bolero Falaz lo es para los colombianos Aterciopelados, quienes cerraron su actuaci¨®n con esta canci¨®n coreada por el p¨²blico. Su directo descansa sobre la maleable y singular voz de Andrea Echeverri, copart¨ªcipe en la composici¨®n, por otra parte, de las mejores canciones del grupo. Boleros falaces y rumbas falaces, en un repertorio que, m¨¢s que latino, abunda en un rock sencillo pero colorista que, reforzado por partida doble a base de timbales y sonidos electr¨®nicos, justifica el t¨ªtulo de su ¨²ltimo ¨¢lbum, Caribe At¨®mico. Y acabamos por el principio. A Julieta Venegas, la benjamina de la cu¨¢druple oferta, abri¨® el concierto con la propuesta aparentemente menos latina del programa, si descartamos los contados juegos de acorde¨®n con que rendonde¨® algunos de sus temas de composici¨®n propia. Acentuado por un aire de joven Margot Kidder en lo f¨ªsico, lo suyo tiene algo de art-rock de oscuras querencias donde emerge con nitidez una voz que coqueta con juegos malabares al estilo Bj?rk, contrapesados por la luz de su Baja California natal.
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