A la hora del gallo
Aunque todav¨ªa no ha amanecido, en las calles ya se escuchan los c¨¢nticos para despertar a los vecinos. Son las seis de la ma?ana del domingo, y un grupo de auroros llama as¨ª la atenci¨®n para que todos se apresuren a sumarse a ellos y cantar el Rosario de la Aurora. "?Deja de dormir!", entonan una y otra vez. El canto de la Aurora es una tradici¨®n religiosa popular que se interpreta al amanecer de todos los domingos de octubre por las calles de casi todos los pueblos de la Vega Baja del Segura. El origen de estos grupos de hombres y mujeres llamados auroros se remonta a la ¨¦poca medieval. Los c¨¢nticos que interpretan se han transmitido hasta hoy, por v¨ªa oral, desde el siglo XVI. La escena y la tradici¨®n se repitieron este domingo de modo especial en la peque?a localidad de Daya Nueva, situada en el centro de la comarca de la Vega Baja, con motivo del XV Encuentro de Auroros, que reuni¨® a 16 grupos del contorno. Desde las seis de la ma?ana, unas 500 personas unieron sus voces y melod¨ªas en un mismo escenario: las calles de esta peque?a localidad de 1.200 habitantes, que se vieron desbordadas de fieles seguidores de una tradici¨®n y a los que no importa someterse al madrug¨®n para interpretar, y al mismo tiempo intercambiar, unos c¨¢nticos comunes. La tradici¨®n de los auroros estaba ya casi extinguida cuando, hace ahora dos d¨¦cadas, comenz¨® a recuperarse poco a poco hasta sumar hoy los cientos de seguidores con los que cuenta. Ellos desarrollan una intensa labor de recopilaci¨®n de las antiqu¨ªsimas letras de sus cantos, transmitidas de padres a hijos. Alg¨²n grupo de auroros, como el de la pedan¨ªa oriolana de Rinc¨®n de Bonanza, ha llevado su dedicaci¨®n hasta el punto de grabar un disco que aglutina un repertorio de sus salves. El sonido musical caracter¨ªstico de los auroros es el de la campana, que les sirve de gu¨ªa y acompa?amiento r¨ªtmico, aunque tambi¨¦n utilizan otros instrumentos como la guitarra, el la¨²d y el viol¨ªn. Otro s¨ªmbolo de estos grupos es el farol, en otra ¨¦poca imprescindible para alumbrarse en sus recorridos por las oscuras veredas huertanas, y que se mantiene como reflejo de la tradici¨®n. En el XV Encuentro de Auroros de la Vega Baja se dieron cita grupos de Albatera, Algorfa, Almorad¨ª, Guardamar del Segura, Benferri, Benij¨®far, Bigastro, Callosa del Segura, Catral, Granja de Rocamora, Hurchillo, Jacarilla, Redov¨¢n, Rinc¨®n de Bonanza, San Fulgencio y Daya Nueva, la anfitriona. La presidenta del grupo de auroros de esta localidad, Leonor Mart¨ªnez, explica que "es una tradici¨®n mariana de la Vega Baja alicantina que tambi¨¦n existe en algunos pueblos de Murcia, data de muchos siglos y ha sido transmitida siempre a trav¨¦s del pueblo de forma oral". Gran parte de los grupos asistentes al encuentro son mixtos. Seg¨²n relatan los m¨¢s antiguos, anta?o funcionaban independientemente los integrados por hombres o mujeres. Los primeros se encargaban de despertar al vecindario, mientras los segundos se un¨ªan para rezar el Rosario. Ahora, las voces masculinas y femeninas se unen para cantar los poemas formados por estrofas de cuatro versos octos¨ªlabos. Aunque los cantos de la Aurora se interpretan durante el mes de octubre, hay quien sigue distintos ciclos y otras ¨¦pocas del a?o, como Orihuela, ciudad en que la tradici¨®n se extiende al D¨ªa de Todos los Santos, con el cementerio como escenario. Tras la despierta que los c¨¢nticos a las seis de la ma?ana, los grupos cantaron el domingo el Rosario acompa?ando a la Virgen del Rosario de la localidad de Daya Nueva. En la plaza de la Iglesia del pueblo, a las ocho, el obispo de Orihuela, Victorio Oliver, celebr¨® una madrugadora misa, cantada tambi¨¦n por los protagonistas de esta jornada.
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