Pozo sin fondo

JUANJO GARC?A DEL MORAL Las infraestructuras son como un pozo sin fondo: siempre caben m¨¢s. Cuando parece que ya est¨¢ todo hecho, aparece un nuevo proyecto en forma de carretera, puente, l¨ªnea de ferrocarril o puerto. Las autoridades los califican invariablemente como proyectos necesarios, lo que lleva a los ciudadanos a preguntarse c¨®mo diablos han podido vivir sin esa carretera, ese puente o esa v¨ªa de tren. Los planes de carreteras siempre llevan aparejado un n¨²mero ordinal; al primer cintur¨®n siempre le siguen el segundo y un tercero. Y es que las infraestructuras tienen una peculiaridad: todas acaban llen¨¢ndose, aunque no lleven a ninguna parte. Eso lo saben muy bien los t¨¦cnicos del Ministerio de Fomento, esos ingenieros de caminos, canales y puertos cuya ¨²nica preocupaci¨®n parece consistir en pensar d¨®nde pueden colocar sus proyectos, sabedores de que tarde o temprano ser¨¢n calificados como necesarios y obtendr¨¢n la aprobaci¨®n de sus superiores. Y nuestros pol¨ªticos nunca han sabido decir que no. As¨ª se ha llegado a un punto en que, con toda impunidad, se proponen -y lo que es peor, se llevan a cabo- los proyectos m¨¢s descabellados, muchas veces evidenciando un total desprecio hacia el medio ambiente, sin tener en cuenta los intereses p¨²blicos y particulares y, por supuesto, sin reparar en el precio. Es el caso del nuevo proyecto de acceso ferroviario a la ciudad de Valencia por el sur, para el que Fomento ha propuesto un trazado que discurre por el parque natural de L"Albufera. Probablemente aducir¨¢n que el tren no causa tanto impacto ambiental como una autopista. Pero seguro que al porr¨®n mo?udo que vive en los humedales con toda la tranquilidad que le permite la enorme presi¨®n que sufre este importante espacio natural, no le gusta demasiado lo de los trenes a m¨¢s de 200 kil¨®metros por hora. El proyecto ya ha levantado cr¨ªticas. Es dif¨ªcil que tama?o desaguisado se convierta en realidad, pero... Tiempo al tiempo. Los ingenieros saben esperar.