Un ciclo ajeno a la novedad

Comenz¨® el ciclo musical de la Universidad Complutense: 14 conciertos con programas no exentos de inter¨¦s, pero vueltos de espaldas a la contemporaneidad. Las "novedades" son reapariciones de cosas olvidadas y hoy recuperadas: una obertura de Gom¨ªs, una sinfon¨ªa de Marqu¨¦s o el oratorio de Casals. Extra?a bastante tal actitud en los medios universitarios m¨¢s dados, por lo general, a la novedad y a la solidaridad con la hora presente. Anteayer, la orquesta rumana George Enescu, con su titular, el bien conocido maestro Cristian Mandeal (Rupea, 1946), rindi¨® homenaje a Strauss en el cincuentenario de su muerte. Tras el Preludio festivo para la inauguraci¨®n de la Konzerthaus vienesa, escrito y estrenado en 1913, tuvimos una preciosa versi¨®n de la Burlesca en re menor dedicada al pianista Eugen D"Albert, quien la estren¨® en Eisenach el a?o 1890. Josep Colom, pianista de extraordinarias calidades, poderosa y bella t¨¦cnica, nos dio, en uni¨®n de los profesores de Bucarest, toda la luminosidad y transparencia que la obra posee a trav¨¦s de un virtuosismo pian¨ªstico y orquestal admirable.

En la segunda parte y como fuerte contraste, Mandeal logr¨® una expresiva y potente traducci¨®n de la Sinfon¨ªa alpina, estrenada por Strauss en Berl¨ªn en 1915. El conjunto rumano participa, en alto grado, de la brillantez y l¨ªrica vibraci¨®n propia de las formaciones latinas y a la vez es un instrumento s¨®lido y flexible capaz de los m¨¢s ricos matices y contrastes. As¨ª, la ascensi¨®n y regreso a la Monta?a fue seguida por todos con entusiasmo y renovada sorpresa. En el cruce del siglo XIX y el XX la orquesta de Strauss supuso todo un acontecimiento y recibi¨® el elogio de figuras situadas en otra est¨¦tica, como Claudio Debussy, que se refiri¨® al empleo straussiano del color t¨ªmbrico como elemento estructural. Resumen: una jornada de gran ¨¦xito.