Londres revisa 100 a?os de arte y moda
La galer¨ªa Hayward estudia la relaci¨®n simbi¨®tica en las nuevas expresiones visuales
Las bellas artes y la alta costura caminan de la mano en una estrecha y fruct¨ªfera relaci¨®n amistosa a lo largo del siglo XX. Los museos contempor¨¢neos inauguran salas para albergar la obra de dise?adores presentes y pasados. Artistas en el sentido cl¨¢sico del t¨¦rmino, esto es, pintores, escultores y, por supuesto, fot¨®grafos, recurren a materiales, prendas de vestir y modelos de pasarela para explorar nuevas formas de expresi¨®n. El punto de encuentro entre el arte y la moda a lo largo del siglo es motivo de estudio en la nueva exposici¨®n de la Hayward Gallery, de Londres.
"No pretendemos defender la moda como arte o el arte como moda, sino explorar los paralelismos entre ambos mundos que han sido cruciales en hacer avanzar la cultura visual en el siglo XX", defiende la directora de la galer¨ªa, Susan Ferleger Brades. Entre los 250 trabajos exhibidos, firmados por personalidades como Matisse, Dal¨ª, Pierre Cardin, Issey Miyake o el equipo de Commes de Garcons, no faltan ejemplos notables, adem¨¢s de chocantes, de tal simbiosis. El maniqu¨ª con la cabeza enjaulada que Andr¨¦ Masson present¨® junto a otros compa?eros en la Exposici¨®n Surrealista de Par¨ªs de 1938; la imagen de Leigh Bowery como una l¨ªnea voluptuosa de formas que fotografi¨® Fergus Greer en 1991; o, entre otros, el collar confeccionado con cabello humano por Mona Hatoum hace tres a?os demuestran la ruta bidireccional de ambas disciplinas.
El comisario de la muestra, Peter Wollen, profesor de la Universidad de California, resalta cinco movimientos dominados por un importante trasvase de ideas entre las bellas artes y la alta costura que reflejan, por tanto, una est¨¦tica compartida. "La l¨ªnea entre el artista y el artesano siempre ha sido difusa y motivo de una renegociaci¨®n constante".
Su recorrido arranca con Pierre Poirot, el dise?ador, dice, "que liber¨® a la mujer del cors¨¦". Con el paso del tiempo, maestros de ambos campos explorar¨ªan el uso de materiales - pl¨¢stico, papel, goma...- que, hasta entonces, no se identificaban con sus respectivas ¨¢reas de acci¨®n. Antes, constructivistas de la escuela de Mosc¨² desarrollaron un estilo obrero, pr¨¢ctico y carente de ornamentos que ha sobrevivido hasta nuestros d¨ªas. Las botas de Rodchenko, que se exhiben en la Hayward, no se alejan del dise?o Dr. Martens con cordones que visten los j¨®venes. Con los surrealistas, el flujo de ideas lleg¨® quiz¨¢ a su apogeo de la mano de Elsa Schiaparelli, en cuyo nucleo de amistades y colaboradores se encontraban Dal¨ª, Man Ray y Oppenheim. Wollen pasa de largo la posguerra, que gener¨® dise?adores influyentes como Dior, y no vuelve a detenerse hasta los a?os sesenta y la explosi¨®n del pop art. La atm¨®sfera entre el arte y la moda es, a partir de este momento hist¨®rico, cada vez m¨¢s turbia. Christo y Cardin son dos ejemplos.
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