Un renovador
Se cumple hoy el centenario del nacimiento de D¨¢maso Alonso, figura fundamental de nuestra cultura y de nuestras letras, cuyo nombre ha sonado este a?o para los profanos s¨®lo como poeta miembro de la t¨®picamente llamada Generaci¨®n del 27. Fue mucho m¨¢s: romanista del mayor nivel europeo, radical renovador de los estudios literarios en Espa?a e Iberoam¨¦rica, creador de un sistema de an¨¢lisis de textos universalmente considerado y, en gran medida, aceptado, maestro de fil¨®logos aqu¨ª y de fuera de aqu¨ª... Ojal¨¢ no pase inadvertida esta fecha en los medios de comunicaci¨®n. Fue tambi¨¦n, entre 1968 y 1980, director de la Real Academia Espa?ola, a la que prestigi¨® enormemente, como miembro de n¨²mero (lo era desde 1944) y como su cabeza visible durante tantos a?os. Al respeto y cari?o que la Academia le profes¨® siempre, correspondi¨® ¨¦l de modo absolutamente conmovedor, al hacerla heredera universal de sus bienes, incluida su extraordinaria Biblioteca. Nuestra Instituci¨®n, apenas entr¨® en posesi¨®n de ¨¦sta poco antes del ¨²ltimo verano, dispuso que los libros del maestro tuviesen un acomodo digno de ¨¦l y de nuestra gratitud. Y en efecto, trabajando contra el reloj las empresas encargadas de habilitar la mejor de nuestras salas con el fin de alojar el legado, en el que figuran tambi¨¦n recuerdos personales, todo ha quedado ultimado y dispuesto para la inauguraci¨®n oficial de la Sala D¨¢maso Alonso -as¨ª se llamar¨¢-, sin duda una de las m¨¢s bellas instalaciones bibliotecarias de Madrid.
La Academia, al iniciar sus sesiones ordinarias, dedicar¨¢ esta tarde un breve y privado recuerdo a la memoria de su gran director, pero reserva su homenaje principal para el pr¨®ximo d¨ªa10 de noviembre, fijado por la Casa Real, para que su majestad el Rey, que tanto lo estim¨®, declare oficialmente inaugurada la sala y sus servicios. Ese mismo d¨ªa tendr¨¢ lugar otro acontecimiento importante: en las disposiciones testamentarias de D¨¢maso Alonso figuraba asignada una importante cantidad para el Instituto de Lexicograf¨ªa acad¨¦mico. Pues bien, est¨¢n ya en condiciones de ser consultados los bancos de datos que ha elaborado el mencionado instituto, y, a tal fin, se dar¨¢ tambi¨¦n acceso a ellos, ese mismo d¨ªa, por Internet. Creo que esto colmar¨ªa de alegr¨ªa a quien fue mi inolvidable maestro, cuya generosidad permitir¨¢ avances muy importantes en el trabajo lexicogr¨¢fico informatizado de la Real Academia, convertida ya en el primer centro de referencia mundial sobre la lengua espa?ola. ?ste el homenaje que la Corporaci¨®n que me honro en dirigir rinde a aquel glorioso sabio.
Fernando L¨¢zaro Carreter es director de la Real Academia Espa?ola
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