La Ford
?Pa qu¨¦ te v¨¢ a preocup¨¢ si trabajas en la F¨®! A finales de los a?os setenta cuando la Ford avanzaba en marcha triunfal algunos trabajadores, de origen andaluz y car¨¢cter socarr¨®n, sol¨ªan afrontar de este modo los problemas o los reveses. Como la realidad siempre supera a la ficci¨®n, el cineasta Luis Garc¨ªa Berlanga nunca pudo imaginar que su c¨¦lebre Bienvenido mister Marshall de mediados de los cincuenta ser¨ªa escenificado, con decorados verdaderos y sin necesidad de extras, con la llegada del todopoderoso Henry Ford a tierras de Almussafes. Todo este peque?o pueblo de La Ribera se lanz¨® literalmente a la calle para observar de cerca al Dios que iba a proporcionar el man¨¢ del cielo. Corr¨ªan las postrimer¨ªas del franquismo y bandas de m¨²sica, paellas de agasajo y discursos rimbombantes celebraron las millonarias inversiones de la multinacional con sede en Estados Unidos. Ford cre¨® miles de puestos de trabajo directos e indirectos, foment¨® la aparici¨®n de empresas suministradoras, oblig¨® a mejorar infraestructuras y situ¨® a Valencia en el mapa industrial de Europa m¨¢s all¨¢ de su fama de pa¨ªs naranjero y tur¨ªstico. Pero las lluvias de d¨®lares de las grandes compa?¨ªas nunca suelen ser graciosas ni eternas. Espa?a reun¨ªa hace 25 a?os las condiciones id¨®neas para la fabricaci¨®n de nuevos modelos y para la penetraci¨®n de Ford en el sur de Europa. Luego lleg¨® la transici¨®n con sus huelgas y manifestaciones, con un movimiento obrero en plena fase de agitaci¨®n. M¨¢s tarde, las aguas se remansaron, la factor¨ªa creci¨® y la bonanza econ¨®mica benefici¨® a empresarios y trabajadores. Pero la aparici¨®n de las vacas flacas ha venido acompa?ada, como siempre, de la conflictividad. Con una necesidad de ajustes de horarios y de mercados en la industria automovil¨ªstica y con la batalla por las 35 horas como tel¨®n de fondo, el pulso entre la direcci¨®n de Ford y los sindicatos se ha convertido en un term¨®metro. As¨ª, los nuevos vientos que soplan indican que los tiempos de mister Marshall pasaron a la historia. Los trabajadores tienen hoy motivos para preocuparse.
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