Bruselas proh¨ªbe enviar a EE UU ficheros con datos personales
Espa?a s¨®lo autoriza la transmisi¨®n bajo contrato de protecci¨®n
La guerra comercial entre Europa y EEUU por la protecci¨®n de la intimidad estallar¨¢ ma?ana, domingo. La Comisi¨®n Europea pedir¨¢ a los Quince que proh¨ªban la transmisi¨®n de ficheros inform¨¢ticos con datos personales al otro lado del Atl¨¢ntico y a los pa¨ªses que "no ofrezcan una protecci¨®n adecuada". Los env¨ªos se efect¨²an por Internet o cualquier otro medio electr¨®nico. Washington denunciar¨¢ a la UE ante la Organizaci¨®n Mundial de Comercio por trabas a los intercambios comerciales.
El domingo entra en vigor una directiva comunitaria, aprobada en 1995, sobre protecci¨®n de las personas f¨ªsicas y el tratamiento y circulaci¨®n de sus datos personales. El texto legal proscribe la transferencia de estos datos a pa¨ªses que no ofrezcan una protecci¨®n similar a la europea. Partidario de la autorregulaci¨®n empresarial, EE UU carece de ese r¨¦gimen y lo cree innecesario. De su personal, de sus clientes o de sus proveedores, muchas empresas, sobre todo las de marketing directo, poseen datos como sus nombres, edades, miembros de su familia, direcciones, curr¨ªculos, nivel de ingresos e incluso gustos y aficiones.
La directiva europea exige que los afectados puedan conocer las informaciones que les conciernen, rectificarlas cuando sean incorrectas y hasta pedir su cancelaci¨®n. Proh¨ªbe adem¨¢s que los ficheros sean cedidos sin autorizaci¨®n a terceros o utilizados para un fin distinto al que justifica su existencia. La Administraci¨®n norteamericana conf¨ªa, en cambio, en la seriedad de sus empresas a la hora de preservar la confidencialidad de los datos que recopilan y rechaza establecer un r¨¦gimen de sanciones.
Aunque s¨®lo cinco pa¨ªses de la UE -Finlandia, Italia, Portugal, Reino Unido y Grecia- han asumido la directiva en su legislaci¨®n, el negociador europeo, John Mogg, advirti¨® a su interlocutor norteamericano, David Aaron, que, si ambas partes no logran un acuerdo antes del domingo, la Comisi¨®n impedir¨ªa la transmisi¨®n de ficheros.
Bruselas formul¨® esta amenaza a pesar de que Washington esboz¨® a principios de octubre, en la conferencia de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico (OCDE) en Ottawa (Canad¨¢), un ligero cambio de postura. El secretario de Estado de Comercio, William Daley, admiti¨® all¨ª que "es tambi¨¦n deber del Gobierno garantizar que las empresas se comportan correctamente".
A Espa?a no le va a afectar la decisi¨®n de Bruselas. La empresa espa?ola o filial de una multinacional que env¨ªa ficheros personales a EE UU debe suscribir con la compa?¨ªa receptora de los datos un contrato en el que ambas se comprometan solidariamente a cumplir los requisitos de la legislaci¨®n espa?ola en materia de protecci¨®n de datos y aceptan, en caso de litigio, la competencia de los tribunales espa?oles. El contrato debe ser depositado en la Agencia de Protecci¨®n de Datos.
Hasta ahora se han firmado 52 grandes contratos de exportaci¨®n de ficheros personales a pa¨ªses ajenos a la Uni¨®n Europea, la mayor¨ªa a EEUU, seg¨²n Juan Manuel Fern¨¢ndez L¨®pez, director de la Agencia, que debe aprobarlos. Est¨¢n tambi¨¦n pendientes de recibir el visto bueno contratos con Filipinas y Marruecos, pa¨ªses donde la mano de obra de los teclistas que introducen ficheros manualmente resulta m¨¢s barata que en Espa?a.
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