Ian McEwan gana el Booker con una novela de sexo y pol¨ªtica

Ian McEwan gan¨® anoche el prestigioso Booker Prize por su novela Amsterdam, que narra las escandalosas andanzas de un compositor y un periodista que comparten tranquilamente una amante hasta que un d¨ªa ¨¦sta es fotografiada en posiciones comprometedoras con el ministro de exteriores brit¨¢nico. Aunque con una tem¨¢tica tan familiar para los ingleses, el triunfo de Amsterdam fue toda una sorpresa.

La decisi¨®n levant¨® instant¨¢neamente la pol¨¦mica entre quienes celebran el sostenido progreso profesional de McEwan y un fuerte contingente de admiradores de la escritora de Liverpool Beryl Bainbridge, que era la favorita de muchos. "Esta decisi¨®n apesta", declar¨® furioso el controvertido escritor y cr¨ªtico Will Self.

"Siento que estoy en un sue?o", dijo McEwan algo nervioso despu¨¦s de que el jurado, presidido por el exministro de exteriores Douglas Hurd, diera a conocer su veredicto en la gala literaria m¨¢s importante del Reino Unido.

Publicado por Jonathan Cape, Amsterdam est¨¢ considerado el trabajo m¨¢s liviano del prol¨ªfico y generalmente profundo McEwan, que vi¨® sus ambiciones coronadas al tercer intento consecutivo. Su novela gira entre c¨ªrculos conc¨¦ntricos de la clandestinidad c¨®mica: el compositor Clive Linley y el director de un peri¨®dico respetable llamado Vernon Halliday se ven s¨²bitamente arrastrados a un esc¨¢ndalo cuando la amante de ambos, Molly Lane, es sorprendida retozando con el ministro de exteriores y el testigo de tan comprometedoras escenas es nada menos que un fot¨®grafo.

Beryl Bainbridge tendr¨¢ que resignarse a esperar otro a?o para ver si se hace con el Booker, algo que marcar¨ªa una fase culminante de d¨¦cadas construyendo ideas y teji¨¦ndolas en las m¨¢s diversas tramas. Para muchas de las luminarias literarias londinenses, el premio —que est¨¢ dotado con 20.000 libras esterlinas (4, 6 millones de pesetas), pero cuyo valor es infinitamente superior si se tiene en cuenta que es un trampol¨ªn a la fama internacional en su dimensi¨®n m¨¢s amplia, particularmente al ancho y bastante lucrativo mundo no anglosaj¨®n— debi¨® haber sido para la novela de Bainbridge Master Georgi. El nombre de Bainbridge, una intensa sesentona, fumadora empedernida y para nada enemiga de las copas, se ven¨ªa mencionando como ganadora segura del Booker desde 1994.

Adem¨¢s de Hurd, el jurado estuvo compuesto por la profesora de Ingl¨¦s de Oxford Valentine Cunningham; la novelista y ex ganadora del Booker, Pen¨¦lope Fitzgerald; la directora del suplemento literario del Sunday Telegraph, Miriam Gross, y la periodista y escritora Nigella Lawson.

Los otros finalistas fueron Julian Barnes, cuya obra England, England es una s¨¢tira de Inglaterra plena de agudas observaciones sobre el comportamiento y las costumbres de los ingleses; Martin Booth, que brindaba otra visi¨®n de la vida desde un ¨¢ngulo m¨¢s opresivo pero igualmente real en La industria de almas; Patrick McCabe, el c¨¦lebre autor de The butcher boy, que Neil Jordan llev¨® al cine hace un a?o, con Desayuno en Plut¨®n; y Magnus Mills, un conductor de autobuses de Londres que escribi¨® La Compostura de las bestias.