Eliseu
MIGUEL ?NGEL VILLENA Algunos lo han acusado de fenicio sin piedad, de pesetero, de manipulador y de lindezas por el estilo. Otros, en cambio, lo han calificado de mecenas de la cultura, de incansable batallador de causas perdidas, de pieza clave en la normalizaci¨®n de un pa¨ªs eternamente anormal. Lo bien cierto es que nadie permanece indiferente ante este personaje de La Ribera, adornado siempre con un mostacho como de caudillo de la revoluci¨®n mexicana, con una cabellera todav¨ªa m¨¢s negra que blanca y por cuya sonrisa, socarrona y descre¨ªda, parece que no haya pasado el tiempo. Quiz¨¢ Eliseu Climent -Eliseu a secas porque es una de las pocas personas p¨²blicas que se ha ganado el honor de que lo llamen s¨®lo por el nombre de pila- suscita tantas devociones y animadversiones, tantas pasiones encontradas, porque refleja como pocos los claroscuros, las miserias y grandezas, de un pa¨ªs y de un paisanaje. Pero aquello que pocos le pueden negar a este librero, editor y conspirador nato es la heroicidad de haber mantenido una serie de citas culturales que han sobrevivido a los ataques del franquismo, a las vacilaciones de la UCD, a las incoherencias de los socialistas y a la hostilidad manifiesta del PP. En la tierra del pensat i fet y del meninfotisme no deja de ser saludable, algo casi noticioso, que un tipo apuntale durante 27 a?os una convocatoria como la de los Premios Octubre. Adem¨¢s, y pese a que le han colgado a Eliseu la etiqueta de sectario, por esta fiesta cultural han desfilado toda clase de escritores, intelectuales, periodistas y profesores dentro de una tolerancia que los organizadores de los Octubre no han recibido por parte de la derecha m¨¢s recalcitrante, que antes los agred¨ªa y ahora los calumnia. He tratado a Eliseu Climent desde la distancia profesional del periodista o desde la cercan¨ªa de las inquietudes c¨ªvicas. Nunca he trabajado con ¨¦l ni para ¨¦l. Y desde esa independencia me gustar¨ªa decir, en la v¨ªspera de la entrega de otros Premios Octubre, que sin gentes como Eliseu este pa¨ªs ser¨ªa muy distinto. Sin duda alguna este pa¨ªs nuestro ser¨ªa peor.
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