Enorme decepci¨®n
Coro de Valencia Brahms: Un r¨¦quiem alem¨¢n. Mar¨ªa Bayo, soprano. Thomas Quasthoff, bar¨ªtono. Coro de Valencia. Orquesta de Valencia. Director: Helmuth Rilling. Palau de la M¨²sica, Sala Iturbi. Valencia, 19 noviembre 1998.El R¨¦quiem de Brahms, sin duda una de las obras m¨¢s bellas y conmovedoras de toda la literatura coral, ha tenido en el Palau una trayectoria corta pero intensa. Su ¨²ltima interpretaci¨®n en el auditorio, hace un par de temporadas, estuvo confiada al glorioso coro de la Singverein de Viena, una formaci¨®n de car¨¢cter amateur que literalmente lleva esta m¨²sica en la sangre. El Coro de Valencia, agrupaci¨®n profesional que en los ¨²ltimos a?os no se hab¨ªa prodigado en sus actuaciones en el Palau de la M¨²sica, asumi¨® anteayer el reto de interpretar la partitura brahmsiana en unas condiciones que sobre el papel parec¨ªan ideales. La presencia de Helmuth Rilling al frente de la Orquesta de Valencia ven¨ªa avalada por su palmar¨¦s como director bachiano, conocedor por lo tanto de la tradici¨®n coral alemana del norte de la que es deudora la obra de Brahms. Sin embargo, Rilling defraud¨® las expectativas de los buenos aficionados precisamente porque el director de Stuttgart adopt¨® ante el R¨¦quiem una postura interpretativa en abierta contradicci¨®n con el esp¨ªritu, e incluso la letra, de la m¨²sica brahmsiana. Un tempo uniformemente l¨¢nguido, sin contrastes expresivos ni de atm¨®sferas entre los siete movimientos de la misma, una manifiesta apat¨ªa en la conducci¨®n y clarificaci¨®n de las texturas orquestales y en el entramado polif¨®nico del coro y una extra?a articulaci¨®n del ritmo en ciertos pasajes (como el arranque del segundo movimiento), dieron como resultado una versi¨®n por debajo de los m¨ªnimos exigibles al prestigio de la batuta y a la entrega de instrumentistas y cantantes. Flanco d¨¦bil El Coro de Valencia mostr¨® su flanco d¨¦bil en la poco empastada cuerda de las sopranos, con agudos calantes y en m¨¢s de un caso con acritudes t¨ªmbricas poco agradables al o¨ªdo. Mar¨ªa Bayo, en baja forma vocal -se advirti¨® en su rostro que estaba indispuesta- tampoco conect¨® con la m¨¢gica belleza de su solo Ihr habt nun Traurigkeit. El bar¨ªtono Thomas Quasthoff tuvo problemas de volumen, connaturales a la calidad f¨ªsica de su instrumento, pero impuso un fraseo intencionado y una admirable dicci¨®n en las dram¨¢ticas intervenciones de dos de los movimientos, el tercero y el sexto. La lecci¨®n qued¨® bien aprendida para el futuro. Rilling no es el maestro que necesita una orquesta y un coro como los nuestros para resolver con fortuna p¨¢ginas de tama?o calibre musical.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.