"As¨ª no podemos seguir"

El Real Madrid se march¨® de Mestalla sumando su segunda derrota consecutiva, la primera fuera del estadio Bernab¨¦u y tres goles m¨¢s en su contra, lo que le convierten en uno de loso equipos m¨¢s goleado de la Liga, con 18 tantos- 1,6 por encuentro-. Los datos son tan elocuentes que los jugadores han dejado de recurrir a la coletilla de "tenemos fallos de concentraci¨®n" para justificar sus problemas. El Madrid est¨¢ en crisis y los futbolistas lo reconocen.Tras la derrota ante el Valencia (3-1), Mijatovic, Suker y Roberto Carlos han convocado p¨²blicamente a la plantilla a una reuni¨®n en el vestuario. El brasile?o adem¨¢s ha lanzado un mensaje a sus compa?eros: "As¨ª no podemos seguir. Si cada uno va por su lado, yo cojo lo m¨ªo y voy por donde quiero. Es el momento de sacar conclusiones, no de salir por ah¨ª diciendo tonter¨ªas. Hay que mantenerse tranquilos en estos momentos e intentar que el vestuario est¨¦ bien, que es lo importante".

"Debemos hablar entre nosotros", pide Mijatovic. "No hay nada que no se pueda solucionar. El pr¨®ximo partido, ante el Inter, es muy importante. No hay que sacar las cosas de quicio despu¨¦s de lo sucedido en Valencia, pero debemos analizar la derrota". "Tenemos que poner las cosas claras entre nosotros", a?ade Suker. "Debemos reunirnos y luego preparar a conciencia el partido ante el Inter".

El Madrid ha alcanzado su peor momento cuando se juega gran parte de la temporada. Del resultado del mi¨¦rcoles ante el Inter depende su futuro en la Liga de Campeones, y el d¨ªa 1 de diciembre disputa la Intercontinental ante el Vasco de Gama, un trofeo que no logra desde hace 38 a?os.

Guus Hiddink tiene s¨®lo dos d¨ªas para reaccionar. El t¨¦cnico se puso a trabajar nada m¨¢s subirse al avi¨®n que trajo al Madrid de vuelta a casa. Sentado al lado de su ayudante Toni Grande, se pas¨® gran parte del viaje dibujando t¨¢cticas sobre un papel. Luego anunci¨® que hab¨ªa encontrado la soluci¨®n al problema.

Hiddink, al parecer, estudia volver al doble pivote para el partido ante el Inter, en un intento de apuntalar el centro del campo y unir las l¨ªneas.

En Mestalla, el Madrid tuvo m¨¢s de un problema. De nuevo la defensa y el centro del campo estuvieron separados por muchos metros de distancia. Los hombres de la zaga, adem¨¢s, fueron sorprendidos en todo momento por la velocidad de los delanteros del Valencia. Piojo L¨®pez se convirti¨® en una pesadilla, sobre todo para Fernando Sanz. Illgner fall¨® en el primer gol, pero tuvo que responder a ocho disparos de los valencianistas en la primera parte y nueve en la segunda, frente a los cuatro tiros a puerta del Madrid en la primera y cinco en la segunda. Adem¨¢s, el Madrid, seg¨²n las estad¨ªsticas del partido, perdi¨® 70 balones durante los 90 minutos de juego.

Hiddink piensa en Jaime para que acompa?e a Redondo en el centro del campo, aunque tambi¨¦n podr¨ªa permitir a Seedorf que dejara la banda derecha para que la ocupara Ra¨²l. El t¨¦cnico holand¨¦s debe reconstruir adem¨¢s la defensa, ya que Fernando Hierro no estar¨¢ listo para jugar en Mil¨¢n- s¨ª podr¨ªa reaparecer en Tokio-. Iv¨¢n Campo, que el s¨¢bado ni se visti¨®, y Fernando Sanz son las alternativas. El problema puede aumentar si Panucci no se recupera de su golpe en el tobillo derecho, aunque de momento la evoluci¨®n es optimista.

Hiddink opt¨® tras el partido del s¨¢bado por dar descanso a la plantilla. Hoy el equipo vuelve a verse las caras en el ¨²ltimo entrenamiento antes de viajar a Mil¨¢n. Los jugadores quieren hablar entre ellos. Esta vez no s¨®lo se tratar¨¢n cuestiones t¨¢cticas, sino problemas de relaci¨®n. Las palabras de Roberto Carlos en Valencia convierten en oficiales las diferencias de la plantilla. Las ¨²ltimas declaraciones de Panucci no han gustado a sus compa?eros.

La directiva contempla con preocupaci¨®n la situaci¨®n del equipo y analiza minuciosamente el trabajo de Hiddink. Por encima de cuestiones t¨¦cnicas, en el club se teme que el entrenador no se atreva a cortar algunos s¨ªntomas de indisciplina y que el equipo caiga en una situaci¨®n similar a la que vivi¨® con Jupp Heynckes pero muchos meses antes.