El alcalde conoc¨ªa el valor del marjal de Xeresa pero lo neg¨® ante la juez

Podr¨ªa ser que alguien, alguna vez, llegara a considerar como un humedal la ba?era de Cipri¨¤ Fluix¨¤, alcalde de Xeresa, tal y como argument¨® ¨¦ste ante una juez para defender que no sab¨ªa que autoriz¨® verter escombros en una valiosa zona h¨²meda: el marjal de La Safor. Sin embargo, su ba?era no cuenta con una declaraci¨®n de impacto ambiental que destaque sus valores ecol¨®gicos. Fluix¨¤, que otorg¨® m¨¢s de 50 licencias de vertido de escombros en el humedal, esgrimi¨® esta ignorancia (no saber ni los l¨ªmites ni el valor del ecosistema) el pasado 11 de agosto a la juez de Gandia, que investiga la destrucci¨®n del marjal con el aterramiento de miles de toneladas de escombros. No obstante, el alcalde conoc¨ªa el car¨¢cter natural de la zona por los m¨²ltiples informes de la declaraci¨®n de impacto ambiental al Plan General de Ordenaci¨®n Urbana (PGOU) de Xeresa. El Ayuntamiento inici¨® la tramitaci¨®n del planeamiento hace dos a?os. Con ¨¦l pretend¨ªa cambiar la clasificaci¨®n de una amplia zona, ubicada en el coraz¨®n del marjal, de suelo no urbanizable de especial protecci¨®n a suelo no urbanizable com¨²n. La ley obliga a que este tipo de cambios sean avalados por una declaraci¨®n de impacto ambiental de la Consejer¨ªa de Medio Ambiente, que finalmente fue aprobada el 23 de junio pasado. En este documento, multiples informes dejan constancia del "alto valor flor¨ªstico, faun¨ªstico y ecol¨®gico" del marjal de Xeresa. Obligatoriamente, el municipio ten¨ªa constancia de estos informes. Entre las licencias que el Ayuntamiento concedi¨® (con la firma del alcalde) para el "almacenamiento" de escombros en el marjal de Xeresa, aparecen dos autorizaciones concedidas al propio Fluix¨¤ para verter en tres fincas de su propiedad. La investigaci¨®n judicial del caso por el que est¨¢ acusado el alcalde parti¨® del fiscal de Medio Ambiente Carlos Almela. A juicio de la acusaci¨®n particular que ejerce el colectivo IDEA, los aterramientos buscan hacer desaparecer la zona h¨²meda para transformar el suelo en cultivos agr¨ªcolas y, en el futuro, hasta poder urbanizarlo.