Un 'Nuevo Centro' sin "vicios" ideol¨®gicos

Los ide¨®logos del PP sit¨²an el Nuevo Centro que Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar quiere imponer en el congreso de finales de enero en una "tercera posici¨®n" entre la derecha y la izquierda; concretamente, "en el v¨¦rtice del inter¨¦s general". La similitud con la Tercera V¨ªa propugnada en el Reino Unido y Europa continental por Tony Blair y su gur¨², Anthony Giddens, se aprecia ya hasta en el nombre. Los arquitectos del pensamiento de "centro reformista" que Aznar persigue para entrar en el siglo XXI se desmarcan de las ideolog¨ªas al uso para propugnar un canto solidario al "individuo", a la "persona", que se sustenta en fundamentos premeditadamente imprecisos. Es un centro que se define como moderado, adaptable, oportuno, conveniente, eficiente, pr¨¢ctico y desconfiado con el poder.El sustento de esta nueva posici¨®n pol¨ªtica se contiene en un ensayo titulado Un Nuevo Centro, del catedr¨¢tico Jaime Rodr¨ªguez-Arana Mu?oz, actual subsecretario del Ministerio de Administraciones P¨²blicas, que dirige su paisano Mariano Rajoy. El ministro gallego es el responsable del PP encargado por Aznar para impulsar los programas marco del partido para las elecciones municipales, auton¨®micas y europeas del pr¨®ximo mes de junio. Rodr¨ªguez-Arana public¨® su tesis sobre el Nuevo Centro este verano en la colecci¨®n Nuevas Pol¨ªticas, del F¨®rum Galicia de Estudios Sociales. Es uno de los pocos documentos de un dirigente del PP sobre el significado del "centro reformista". Para bucear m¨¢s en ese terreno los ide¨®logos populares se remiten luego a la Tercera v¨ªa, de Giddens.

La primera pretensi¨®n de Rodr¨ªguez-Arana es precisamente la de aclarar terminol¨®gicamente lo que es ahora el centro. As¨ª, recupera la definici¨®n griega como "aguij¨®n" del comp¨¢s de toda circunferencia para subrayar el sentido geom¨¦trico del centro en una esfera como "punto interior del que equidistan todos los de la superficie". Con esa met¨¢fora intenta superar la bipolarizaci¨®n de la pol¨ªtica entre la izquierda y la derecha. Ese centro id¨ªlico que desea el PP ni est¨¢ entre esos dos extremos ni "tampoco es el consenso como sistema, ni una simple mezcla de ideolog¨ªas". Seg¨²n este gur¨² del PP, tiene entidad y programa pol¨ªtico propio. Y precisa: "Se podr¨ªa decir, si se necesita una expresi¨®n pl¨¢stica, que es una tercera posici¨®n".

En ese contexto, este ide¨®logo del PP repasa la presente crisis del sistema pol¨ªtico y aboga por la recuperaci¨®n de los principios democr¨¢ticos desde el racionalismo: "Es la raz¨®n humana quien debe constituirse como gu¨ªa ¨²ltima del discurso democr¨¢tico, y no la raz¨®n partidista, o la raz¨®n estrat¨¦gica, o la raz¨®n de Estado". Y desde esa raz¨®n se configura "la persona como centro del sistema".

El autor de este Nuevo Centro fija incluso unas coordenadas "para centrar la democracia". Y las se?ala: en un m¨¦todo, que consiste en "el entendimiento para superar el enfrentamiento o la imposici¨®n como sistema"; una actitud, "que se deriva de poner al hombre, a las personas, a la gente en el centro de inter¨¦s de toda acci¨®n pol¨ªtica o social; y en una mentalidad, "abierta a la realidad que se nos muestra plural, din¨¢mica, multifac¨¦tica, compleja, y que trae consigo la desconfianza en las f¨®rmulas simplistas".

Rodr¨ªguez-Arana propugna as¨ª que, si "para la pol¨ªtica ideologizada lo primordial son las ideas, para la pol¨ªtica centrada lo fundamental son las personas". El "sujeto individual" es "el centro de la acci¨®n pol¨ªtica" y "la raz¨®n humana, no la raz¨®n pura, dictamina". Una raz¨®n "afectada por las circunstancias propias, de sensibilidad, familiares, de tradici¨®n, de formaci¨®n, biogr¨¢ficas...". En esa actitud solidaria de la pol¨ªtica, el autor afirma que "las libertades formales no son el fundamento de la democracia", sino "los hombres y mujeres libres". Y la pol¨ªtica es "un ejercicio a favor del individuo, que posibilita su realizaci¨®n como persona".

Por estas razones, una pol¨ªtica centrada "nunca plantear¨¢ las cuestiones en t¨¦rmino de poder, sino de acci¨®n al servicio de la gente".

El analista observa de la realidad pol¨ªtica que "una forma de ejercer el control cuando el poder se esclerotiza, se sirve s¨®lo a s¨ª mismo, es la preocupaci¨®n central por cercenar al rival". Y concluye, sin precisar a qui¨¦n dirige su indirecta: "Es l¨®gico que se pretenda derrotar al adversario, pero la forma de hacerlo tiene que ser gan¨¢ndole la partida en el aprecio de los ciudadanos, dando soluciones realistas, y con los proyectos m¨¢s ilusionantes".

Rodr¨ªguez-Arana sostiene que el "centro reformista" que afronta la comprensi¨®n de la "terca realidad" es "din¨¢mico y compatible". Enfrente sit¨²a el "pensamiento encerrado" y la ideolog¨ªa, que "vicia el discurso pol¨ªtico porque reduce a sus t¨¦rminos todas las propuestas que puedan surgir a su alrededor, sometiendo a su esquema simplificador cualquier discurso o idea".

Para este dirigente del PP "tales ideas empobrecen", aunque prevalece sobre las mismas "el valor y la dignidad de los que las sostienen".

En fin, la ideolog¨ªa, para ¨¦l, queda "cada vez m¨¢s como un resto de la modernidad, como aquella fe en el progreso, la fe en la ciencia o la esperanza puesta en la tecnolog¨ªa, que la crisis de la modernidad guarda entre los f¨®siles de la historia".