El ex dictador recibe el alta y tendr¨¢ que dejar la cl¨ªnica

Augusto Pinochet recibi¨® ayer el alta m¨¦dica de la cl¨ªnica donde se encontraba recuper¨¢ndose, en libertad vigilada, desde el pasado 29 de octubre, "pues ya no necesita los cuidados especializados que en ella pueden proporcionarse", seg¨²n el portavoz de la lujosa cl¨ªnica psiqui¨¢trica. Se espera que en las pr¨®ximas horas abandone el hospital para trasladarse a una residencia particular.El Gobierno, mientras tanto, se encontraba anoche bajo creciente presi¨®n de la vieja guardia del Partido Llaborista, para que no deje escapar al general hacia un sistema judicial que probablemente terminar¨¢ exoner¨¢ndolo de los cr¨ªmenes que Espa?a le imputa en nombre de muchas de las v¨ªctimas del r¨¦gimen que impuso a base de balazos y terror. Unos 120 miembros del Parlamento brit¨¢nico, en su mayor¨ªa laboristas, emplazaron al primer ministro, Tony Blair, y a su ministro del Interior, Jack Straw, a que cumplan su palabra de que en la decisi¨®n de mandar al general a los tribunales espa?oles -donde se le acusa de genocidio, tortura y desaparici¨®n de personas- no debe haber m¨®viles pol¨ªticos sino un acto de justicia.

Diplomacia ¨¦tica

Consideraciones comerciales aparte -el Reino Unido es el principal proveedor de armas para los militares chilenos- lo que los parlamentarios brit¨¢nicos quieren es poner a prueba es la veracidad de la "diplomacia ¨¦tica" que Blair y su ministro de Exteriores, Robin Cook, cantan a los cuatro vientos. La carta de los parlamentarios, divulgada por el diario The Independent, es todo un emplazamiento a que Blair no entre en componendas con los dictadores de ayer a fin de hacer negocios con sus herederos de hoy.El cambio que se nota en el sistema parlamentario brit¨¢nico consiste en que podr¨ªa existir m¨¢s simpat¨ªa con el argumento que el ministro de Exteriores chileno, Jos¨¦ Miguel Insulza, ha impulsado con vehemencia en Londres y que,desde ayer repite en Madrid: que se deje juzgar a Pinochet en Londres, una eventualidad que no convence a las v¨ªctimas del golpe de 1973. Dentro de la gigantesca pol¨¦mica que se ha planteado en la New Britain del neolaborilsmo de Blair reside una cuesti¨®n inescapable: ?Deben los izquierdistas de ayer decidir el futuro de un octogenario derechista de siempre? El ¨²nico diario liberal e izquierdista del Reino Unido, The Guardian, di¨® en el clavo afirmando que si Straw (y por ende, los laboristas de Blair) facilita a Pinochet una salida m¨¢s o menos decorosa ?no se convirtir¨ªan acaso en c¨®mplices de la empresa propulsada por Margaret Thatcher.