Aznar promete a Insulza no poner obst¨¢culos si Blair decide repatriar al exdictador a Chile

El presidente Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar prometi¨® ayer al canciller chileno, Jos¨¦ Miguel Insulza, que acatar¨¢ la decisi¨®n que el d¨ªa 11 adopte el ministro del Interior brit¨¢nico, Jack Straw, sobre la extradici¨®n del ex dictador Augusto Pinochet, incluso si ¨¦sta es contraria a la solicitud presentada por Espa?a, seg¨²n fuentes de La Moncloa. Esta declaraci¨®n fue todo lo que obtuvo ayer Insulza de sus interlocutores en Madrid, que se desentendieron del desenlace de la crisis con el argumento de que se trata de un asunto judicial y de que el futuro del general est¨¢ en las manos exclusivas del Gobierno brit¨¢nico.

El jefe de la diplomacia chilena encontr¨® ayer en su colega espa?ol, Abel Matutes, y en el presidente Aznar tanta comprensi¨®n y simpat¨ªa hacia su dif¨ªcil labor como distanciamiento respecto a sus opiniones. Frente a la tesis de Insulza de que el proceso contra Pinochet est¨¢ "altamente politizado", Aznar y Matutes insistieron en su car¨¢cter judicial y en defender la estricta neutralidad del Gobierno espa?ol, que ni siquiera deja traslucir p¨²blicamente cu¨¢les son sus preferencias. En realidad, no es ning¨²n secreto que las autoridades espa?olas respirar¨ªan aliviadas si el Reino Unido optase por devolver al general a su pa¨ªs y evitar as¨ª los problemas derivados de su enjuiciamiento en Espa?a, pero resultar¨ªa cuanto menos parad¨®jico que el mismo Gobierno que ha solicitado su extradici¨®n pidiera p¨²blicamente que sea rechazada.Lo m¨¢s lejos a lo que lleg¨® el ministro espa?ol de Exteriores, en su conferencia de prensa con Insulza, fue a recordar que la legislaci¨®n interna brit¨¢nica exige que la entrega de Pinochet sea aprobada tanto por el poder judicial como por el ejecutivo y que cualquiera de los dos podr¨ªa interrumpir en cualquier momento el proceso de extradici¨®n.

Ninguna actuaci¨®n.

Tras haber presentado la correspondiente demanda, agreg¨® Matutes, "no le compete al Gobierno espa?ol ninguna particular actuaci¨®n" en este caso, salvo acatar la decisi¨®n de las autoridades brit¨¢nicas competentes, lo que har¨¢ cualquiera que ¨¦sta sea.Pese a la parquedad de su anfitri¨®n, el canciller chileno asegur¨® haber encontrado "indicaciones positivas" en las conversaciones que ha mantenido en Londres y Madrid, aunque no ha recibido, admiti¨®, ninguna oferta o compromiso de que Pinochet ser¨¢ devuelto a Chile. Insulza tuvo inter¨¦s en negar que las autoridades brit¨¢nicas le acogieran con frialdad, argumentando que se entrevist¨® con varios ministros -Exteriores, Comercio y Defensa- y que si no se reuni¨® con Tony Blair fue porque ¨¦ste se encontraba ausente de Londres. En Madrid no s¨®lo vio al presidente y a dos ministros, sino tambi¨¦n a los responsables del Parlamento, la oposici¨®n, el Poder Judicial o la patronal.

Insulza insisti¨® en que no hay obst¨¢culos para que Pinochet sea juzgado en Chile, pero eludi¨® comprometerse a ello a cambio de su liberaci¨®n, alegando que un Estado soberano no est¨¢ obligado a dar garant¨ªas a nadie. Admiti¨® que la detenci¨®n del ex comandante en jefe de las Fuerzas Armadas chilenas durante los ¨²ltimos 25 a?os no ha puesto en riesgo el sistema democr¨¢tico, pese a la airada reacci¨®n de los militares, pero asegur¨® que est¨¢ afectando a la convivencia y provocando una negativa polarizaci¨®n social y confrontaci¨®n pol¨ªtica. El canciller chileno evit¨® cualquier declaraci¨®n que pudiese interpretarse como una amenaza para los intereses econ¨®micos espa?oles en su pa¨ªs. "No adoptaremos decisiones que afecten en manera alguna a nuestras relaciones con Espa?a", afirm¨®, no sin agregar que dichas relaciones atraviesan un momento "delicado y complejo" y que en muchos aspectos no dependen del Gobierno. Respecto al contrato de compra de dos submarinos Scorp¨¨ne a un consorcio hispano-franc¨¦s, por 60.000 millones de pesetas, dijo desconocer que se haya hecho alguna gesti¨®n para cancelarlo, lo que, record¨®, obligar¨ªa a pagar una fuerte penalizaci¨®n. A?adi¨®, no obstante, que son "las personas a cargo las que deben vigilar su cumplimiento", en alusi¨®n a la Marina chilena, que goza de gran autonom¨ªa y ha amenazado ya con excluir del programa a los astilleros espa?oles Baz¨¢n, dej¨¢ndolo en manos francesas.

Insulza asegur¨® que su Gobierno no pagar¨¢ la defensa judicial de Pinochet y que, tras abandonar el hospital donde estaba internado, se aloja en una residencia particular "que no goza, ni gozar¨¢ de inmunidad diplom¨¢tica".

El ministro matiz¨® repetidamente las declaraciones que hizo el pasado s¨¢bado cuestionando la imparcialidad de los jueces espa?oles, pero insisti¨® en negar la competencia de un tribunal extranjero para juzgar delitos cometidos en su pa¨ªs. Otra cosa ser¨ªa, agreg¨®, un tribunal penal internacional, pero ¨¦ste no existe todav¨ªa.