El Comit¨¦ del Congreso decidir¨¢ la pr¨®xima semana sobre la destituci¨®n de Clinton s¨®lo por perjurio

La investigaci¨®n del Congreso de Estados Unidos sobre Bill Clinton est¨¢ pr¨¢cticamente terminada. El pr¨®ximo jueves, el Comit¨¦ de Asuntos Judiciales de la C¨¢mara de Representantes votar¨¢ si propone o no al pleno el impeachment o procesamiento para la destituci¨®n del presidente. Y no cabe la menor duda de que su mayor¨ªa republicana actuar¨¢ como una pi?a y dar¨¢ una respuesta afirmativa a ese dilema. Las acusaciones se limitar¨¢n al perjurio cometido por el presidente en el caso Lewinsky.Como Clinton no har¨¢ como Richard Nixon, que dimiti¨® en ese preciso momento del proceso de impeachment, la palabra la tendr¨¢ el pleno de la C¨¢mara de Representantes. ?ste, en la composici¨®n correspondiente a la legislatura anterior a las elecciones del 3 de noviembre, se reunir¨¢ en sesi¨®n extraordinaria la semana que comenzar¨¢ el 14 de diciembre. Y votar¨¢ antes de Navidad.

Nadie tiene la menor idea de si ganar¨¢ el s¨ª o el no al impeachment. Los republicanos, que han llevado todo este proceso de modo torpe y err¨¢tico, no est¨¢n seguros de que todos y cada uno de sus 228 congresistas se pronuncien en el pleno a favor del procesamiento para la destituci¨®n de Clinton. Su actual confusi¨®n y falta de liderazgo es tal que entre 12 y 20 de ellos podr¨ªan optar por salvar al presidente. En cuanto a los 206 dem¨®cratas, caben esperar algunas deserciones, pero pocas, apenas tres o cuatro. Si Clinton es procesado, el Senado le juzgar¨¢ el a?o pr¨®ximo. Para sacarle de la Casa Blanca se precisa una mayor¨ªa senatorial de dos tercios.

La investigaci¨®n sobre Clinton culmina a toda prisa y en la mayor confusi¨®n. En la noche del jueves, los republicanos del Comit¨¦ de Asuntos Judiciales decidieron retirar de sus pesquisas el asunto de la financiaci¨®n de la campa?a electoral de Clinton de 1996. Lo hab¨ªan a?adido a sus trabajos apenas 48 horas antes. Fueron forzados por Bob Livingston, sucesor de Newt Gingrich como l¨ªder republicano en el Congreso, que desea que todo termine antes de fin de a?o.

Los trabajos del comit¨¦ han durado apenas dos meses, frente a los siete del caso Watergate, en 1974. Los republicanos han ido saltando de tema -Lewinsky, el presunto acoso sexual denunciado por Kathleen Willey, la financiaci¨®n electoral-, sin hincarle el diente a ninguno. Ese caos ha deteriorado a¨²n m¨¢s su imagen y le ha venido de perlas a un Clinton que habr¨ªa tenido problemas serios de tener enfrente a una oposici¨®n m¨¢s determinada y coherente. Pero sobre el partido del elefante ha pesado como plomo el resultado de los comicios del 3 de noviembre, que confirmaron que dos tercios de los norteamericanos no quieren que el Congreso saque a Clinton de la Casa Blanca, y que provocaron la dimisi¨®n de Gingrich.

Mientras el proceso entra en la hora de la verdad, siguen los esfuerzos de los sectores m¨¢s moderados de los partidos Dem¨®crata y Republicano para encontrar una alternativa al impeachment. Esa alternativa ser¨ªa la votaci¨®n de una censura del comportamiento de Clinton, acompa?ada de una fuerte multa en met¨¢lico. Pero, ante la falta de sinceridad de Clinton en su respuesta por escrito de la pasada semana a las 81 preguntas del comit¨¦, esa tercera v¨ªa segu¨ªa ayer siendo minoritaria. Los abogados de Clinton disfrutar¨¢n de la jornada del pr¨®ximo martes para exponer sus puntos de vista en la que ser¨¢ la ¨²ltima sesi¨®n del Comit¨¦ de Asuntos Judiciales antes de la votaci¨®n.