Antipartido en el Manzanares
El Atl¨¦tico de Madrid se estrella ante el peor Athletic de Bilbao posible
F¨²tbol sin piedad en el Manzanares. Sin piedad para los aficionados, que pasaron un fr¨ªo siberiano sin nada a cambio. Esta clase de partidos deber¨ªa estar penalizada. Tiene que haber alg¨²n tipo de consecuencia para tardes de este pelo, con dos equipos en su peor versi¨®n. El Atl¨¦tico fue un plomo y el Athletic no existi¨®.Lo que se vio del equipo bilba¨ªno invita a pensar en el f¨²tbol rupestre, en una reducci¨®n intolerable del juego al famoso patap¨²n pa arriba.
Puestos a buscar paganos, habr¨¢ que decir que Molina fue el primero. El portero del Atl¨¦tico estuvo a punto de agarrar una tisis de caballo. Eso por no salir con bufanda y una estufita para entrar en calor. A Molina no le lleg¨® un tiro en todo el partido, r¨¦cord mundial en un encuentro de Primera Divisi¨®n.
ATL?TICO 0 - ATHLETIC 0
Atl¨¦tico: Molina; Ram¨®n (Mena, m.46), Santi, Chamot, Toni; Serena, Jugovic, Valer¨®n (Njegus, m.75), Lard¨ªn (Jos¨¦ Mari, m.75); Juninho y Correa.Athletic: Imanol Etxeberria; Larrainzar, Carlos Garc¨ªa, Ferreira, Larrazabal; Lacruz (Javi Gonz¨¢lez, m.60), Urrutia, Alkiza, Felipe; Joseba Etxeberria (Julen Guerrero, m.77) y Urzaiz (Ezquerro, m.67). ?rbitro: Jap¨®n Sevilla. Amonest¨® a Ram¨®n, Valer¨®n, Serena, Juninho, Javi Gonz¨¢lez, Ezquerro y Alkiza. Unos 45.000 espectadores en el estadio Vicente Calder¨®n.
El dato dice todo de las pretensiones del Athletic, que s¨®lo utiliz¨® a dos jugadores. Imanol Etxeberria para sacudir a la pelota y a Urzaiz para intentar bajarla o prolongarla. Sin ¨¦xito durante toda la tarde. Julen Guerrero no jug¨®, y se puede decir que le result¨® beneficioso. No se merece un partido tan infame, tan irrespetuoso con el f¨²tbol.
Del Atl¨¦tico hay que se?alar sus defectos, porque virtudes no se advirti¨® ninguna. Fue menos grosero que el Athletic, pero su falta de recursos se hizo estragante. A la vista de lo que sucedi¨®, conviene se?alar que Kiko es irreemplazable. Sin Kiko, el Atl¨¦tico se ofusc¨® hasta extremos insospechados. Tampoco Sacchi anduvo listo. En el primer tiempo, mutil¨® el ala derecha con una l¨ªnea formada por Ram¨®n y Serena. Dos defensas. Como el Athletic meti¨® a Larrazabal y Felipe -otros defensas- por aquella banda, el asunto qued¨® en tablas. Por all¨ª no sucedi¨® nada. Por el resto del campo, tampoco. Ausente Kiko, cualquier posibilidad del Atl¨¦tico deber¨ªa pasar por Jugovic, Valer¨®n y Juninho. El primero actu¨® como medio centro. Pero no es su puesto. Jugovic es un excelente acompa?ante, un jugador de oficio que mejora algunas cosas pero que tiene grav¨ªsimas dificultades para tirar el hilo a los partidos. Valer¨®n debi¨® de sufrir su condici¨®n de canario. O el fr¨ªo no le viene bien, o no hay forma de explicar su desinter¨¦s por un partido que le necesitaba. Se borr¨®.
Quedaba Juninho, objeto de debate en los ¨²ltimos tiempos. En el primer tiempo jug¨® en la posici¨®n de Kiko y sali¨® muy malparado de la comparaci¨®n. Habilidad no le falta, pero le cuesta poner en orden sus recursos. Si adem¨¢s se le obliga a jugar de espaldas a la porter¨ªa, sus posibilidades son m¨ªnimas. Sacchi decidi¨® experimentar con el jugador brasile?o, trasvasado de una zona a otra del campo seg¨²n las necesidades que entend¨ªa su entrenador. Hubo un momento particularmente da?ino para Juninho. En el comienzo del segundo tiempo, jug¨® en la banda izquierda y casi sale expulsado. El hombre termin¨® en varios momentos como lateral izquierdo, tirando patadas, desbordado por los acontecimientos y por su irritaci¨®n.
Sacchi se dio cuenta de las penalidades de Juninho y volvi¨® a reacomodar el equipo. Njegus se coloc¨® en la banda derecha, Jugovic se ubic¨® junto a Mena y Juninho se adelant¨® hasta la media punta. Lo hizo con rabia. En esa posici¨®n cumpli¨® un papel algo m¨¢s relevante, siempre como un asunto personal entre ¨¦l y su entrenador. En el ¨²ltimo cuarto del partido, pretendi¨® ganarlo en cada jugada. Lo m¨¢s que consigui¨® fue una serie de faltas frente al ¨¢rea de Etxeberria.
El portero del Athletic, tan criticado en los ¨²ltimos tiempos, fue el ¨²nico destacable de su equipo. En un partido p¨¦simo, Imanol Etxeberria pudo lucirse en dos estiradas convincentes. En la primera sac¨® un zurdazo de Lard¨ªn. En la segunda descolg¨® un potent¨ªsimo remate de Jos¨¦ Mari. Eso fue todo por parte del Atl¨¦tico. Molina debio de mirar con envidia a su colega. Al menos entr¨® en calor y sac¨® un par de remates para las fotos. Todo lo dem¨¢s result¨® deprimente. As¨ª se entiende que el peor Athletic posible se llevara un empate frente a un Atl¨¦tico imposible.
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