"Hay un cierto desprecio al pasado por los avances de la ciencia"
Carlos Garc¨ªa Gual (Palma de Mallorca, 1943), profesor de griego de la Universidad Complutense de Madrid, escritor y cr¨ªtico literario, ha dedicado su vida a desentra?ar la riqueza del mundo hel¨¦nico. Autor del Diccionario de mitos, conoce las leyendas cl¨¢sicas como pocos en Espa?a. El centro cultural Koldo Mitxelena reclam¨® su presencia el pasado viernes en San Sebasti¨¢n para participar en Antiqua, las ya consolidadas Jornadas sobre la Antiguedad que han centrado su estudio en el debate sobre Mujeres de verdad y mujeres de mentira. Pregunta. ?El mundo imaginario de los cl¨¢sicos ha cambiado mucho con respecto al de hoy? Respuesta. Lo que llamamos mitolog¨ªa responde a la imaginaci¨®n colectiva pasada de generaci¨®n en generaci¨®n. Los mitos son las grandes historias a trav¨¦s de la memoria. Siempre pueden reinterpretarse porque son muy ricos en sugerencias. Pero este no es un buen momento para las leyendas. Una sociedad tecnol¨®gica, en gran parte dominada m¨¢s que por la ciencia real, por una especie de mediaci¨®n y vulgarizaci¨®n de la ciencia, no tiene muchos mitos por lo menos como los grandes de la literatura o la religi¨®n. Para nosotros la gran f¨¢brica de leyendas ha sido el cine, en cuanto portador de grandes historias, aunque hoy es sobre todo t¨¦cnica y efectos especiales. P. ?El hombre se aferra a las leyendas porque necesita creer en algo? R. Probablemente el hombre tiene necesidad de un mundo imaginario y por eso acude a los mitos, algo que suced¨ªa m¨¢s en las sociedades primitivas. Hoy la gente vive en un mundo tan aturdido, de presiones, incluso de falsificaciones, que es muy dif¨ªcil saber si tiene tiempo para creer y pensar. P. ?Ni siquiera la televisi¨®n est¨¢ contribuyendo a la construcci¨®n de grandes figuras? R. No, yo creo que no. Lo caracter¨ªstico de esta ¨¦poca es que hay una gran facilidad de comunicaci¨®n: se puede comunicar cualquier cosa a cualquier distancia, el problema es que no se sabe qu¨¦ transmitir. No hay nada que valga la pena comunicar. P. La reacci¨®n por la muerte de Diana de Gales hizo a mucha gente hablar de una leyenda. ?Coincide con esa percepci¨®n? R. No. La palabra mito se utiliza en varios sentidos. Y en sentido popular se llama as¨ª a las figuras que impresionan la imaginaci¨®n. En ese sentido s¨ª lo es, como tambi¨¦n las grandes estrellas de cine. En todo caso, es curioso, porque es una de esas leyendas que detr¨¢s s¨®lo encierran a una pobrecilla. Fue una persona aplastada por los medios de comunicaci¨®n y por un autom¨®vil. Quiz¨¢ podr¨ªa llegar a convertirse en mito dentro de varios siglos. Vivimos en un mundo de tanta tecnolog¨ªa que los valores humanos pueden desaparecer. P. Como profesor y humanista, ?c¨®mo ve la ense?anza en Espa?a? R. Creo que la Logse es una calamidad sobre el desastre. De todas maneras, es la propia sociedad la que no tiene gran inter¨¦s en que mejore. No creo que sea culpa de este Gobierno en particular, puesto que varios ejecutivos sucesivos han actuado en la misma l¨ªnea. La educaci¨®n deber¨ªa concebirse m¨¢s para la vida, no en funci¨®n de un trabajo. Deber¨ªa ser m¨¢s l¨²dica, m¨¢s abierta a todo. Est¨¢ bien que los chicos manejen los ordenadores, pero hay que ense?arles que no son m¨¢s que instrumentos; que saber manejarlos no da ideas nuevas ni significa culturalmente nada. Siempre he defendido la ense?anza de las humanidades. P. En este sentido, ?qu¨¦ opini¨®n le merece la reforma de las humanidades? R. ?Reforma? No se ha hecho nada, hay una ret¨®rica a favor de las humanidades, pero no he visto todav¨ªa que se lleve la teor¨ªa a la pr¨¢ctica. Estamos de acuerdo en que hace falta que la gente lea m¨¢s, que conozca m¨¢s la historia. Es verdad que hay una masificaci¨®n, un dominio excesivo de los medios que hace que el alumnado sea muy ap¨¢tico y pasivo. P. ?Qu¨¦ se pierde un alumno al que no le ense?an lat¨ªn? R. Siempre he dicho que el lat¨ªn debe defenderse por razones econ¨®micas. Porque no importa saberlo bien, ni mucho menos hablarlo. Pero ense?a cantidad de cosas, como gram¨¢tica. Una persona que haya aprendido lat¨ªn entiende mejor otros idiomas. Le permite adem¨¢s tener una idea m¨¢s amplia de ciertas instituciones europeas y el acceso a un mundo antiguo muy interesante, que ha dejado huellas en toda la cultura europea. No hay que olvidar que fue el lenguaje de la ciencia hasta el siglo XVIII. P. ?Ese olvido de las lenguas cl¨¢sicas significa un desarraigo del pasado? R. Es un rasgo del momento actual. En otros momentos la gente sent¨ªa mucho m¨¢s aprecio por la historia. Ahora las conquistas de la ciencia y la tecnolog¨ªa han sido tan grandes, que hay una especie de desprecio hacia el pasado. Es evidente que, en cuanto a comodidad y nivel de vida, una persona del siglo XX vive mucho mejor que antes. Sin embargo, es curioso, hay una cierta nostalgia por las cosas perdidas y se ve en el hecho de que la novela hist¨®rica sea un g¨¦nero popular. Esto responde a que muchos lectores sienten nostalgia de esa historia que conocen mal. P. ?Surgir¨¢ un mito de la tregua de ETA? R. Eso m¨¢s bien es una esperanza, pero ojal¨¢ no sea nada m¨ªtico, que sea completamente real, el mito siempre remite a algo imaginario. Lo m¨ªtico est¨¢ m¨¢s all¨¢ de la realidad aunque sirve a veces para explicarla.
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