Se clausura en Roma el ¨²ltimo de los congresos dedicados a Felipe II
"Hay que dejar de lado la leyenda negra", afirma Carlos Hernando
Los fastos y las celebraciones organizadas con motivo del cuarto centenario de la muerte de Felipe II (1527-1598) han servido al menos para arrojar luz sobre un periodo decisivo de la historia de Espa?a. Desde esta perspectiva, se?ala Carlos Hernando, coordinador cient¨ªfico de la Sociedad Estatal para la Conmemoraci¨®n de los Centenarios de Felipe II y de Carlos V, "habr¨ªa que huir de las leyendas negras y de las rosas".
En este esp¨ªritu de clarificaci¨®n, sobre un monarca que dirigi¨® un imperio que se hizo inc¨®modo al mundo entero, se ha clausurado en Roma el ¨²ltimo de los congresos del centenario de Felipe II.Roma, capital en el siglo XVI de los Estados Pontificios, y una de las signatarias de la batalla de Lepanto, era la sede ideal para clausurar un congreso que pone punto final, al menos oficialmente, a los m¨²ltiples actos de celebraci¨®n del cuarto centario de la muerte del rey prudente, s¨ªmbolo de todas las leyendas negras que han crecido y se han desarrollado a expensas de un pa¨ªs que, dice Hernando, "quiso llegar demasiado pronto a la gloria imperial". Habr¨ªan de pasar algunos a?os para que el rey Luis XIV tomar¨¢ el relevo de Felipe II, convirti¨¦ndose en el defensor de la fe cat¨®lica, con todas las matizaciones que le impon¨ªa un momento hist¨®rico diferente.
El rey prudente
A lo largo del fin de semana, estudiosos italianos y espa?oles han debatido en Roma sobre pol¨ªtica, religi¨®n y cultura en el Mediterr¨¢neo bajo la ¨¦gida del rey prudente. Un debate que, a juicio de Hernando, ha puesto de relieve nuevamente "los enormes avances que ha registrado la historiograf¨ªa del sur de Europa, tanto la espa?ola como la italiana".Sin negar el valor de las aportaciones que hicieron hace dos d¨¦cadas al conocimiento de los siglos XVI y XVII los hispanistas anglosajones, "hoy nos encontramos con dos escuelas historiogr¨¢ficas italianas, la de N¨¢poles y la de Mil¨¢n, que est¨¢n a la cabeza en el estudio del imperio espa?ol en estos siglos, junto a la escuela espa?ola", concluye Hernando.
Tras siglos de animadversi¨®n italiana hacia esa etapa de su pasado, bajo el control de la Corona espa?ola -hasta el punto de que muchos especialistas han se?alado que la leyenda negra contra Espa?a surge en Italia-, una nueva escuela de historiadores ha decidido revisar los hechos y buscar en ellos la fuente de una verdad desnuda de prejuicios. Mientras la escuela de N¨¢poles, siguiendo los pasos de Benedetto Croce, se centra en el estudio de los avances que represent¨® el Estado Moderno de Felipe II en la sociedad del sur de Italia, la de Mil¨¢n opta por la revisi¨®n de los conceptos considerando que los historiadores se basan con demasiada frecuencia en criterios actuales para estudiar un pasado desprovisto de esas categor¨ªas cuando se desarrollaba.
Una escuela revisionista muy discutida por quienes consideran aplicables criterios comparativos dentro de una misma ¨¦poca. La desconfianza de Felipe II hacia la imprenta, por ejemplo, que, seg¨²n algunos estudiosos, caus¨® da?os irreparables al avance cient¨ªfico y cultural de nuestro pa¨ªs, ser¨ªa susceptible de ser juzgada como retr¨®grada puesta en relaci¨®n con el ¨¦xito enorme que tuvo el invento en otros pa¨ªses europeos.
La imagen de Felipe II sale no tanto reforzada como descargada de lastres de este prolongado examen, llevado a cabo a lo largo de decenas de encuentros sobre su largo reinado y sobre su persona. Todo ello es buena prueba, seg¨²n Carlos Elorza, presidente de la Sociedad Estatal, "del enorme inter¨¦s que despierta todav¨ªa este monarca".
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