La OTAN se dispone a definir las funciones fuera de su zona de cobertura
?C¨®mo debe actuar la OTAN del futuro? Los 16 ministros de Exteriores de la Alianza iniciaron ayer la discusi¨®n del nuevo "concepto estrat¨¦gico" que servir¨¢ como manual para la organizaci¨®n. La idea central, patrocinada por la secretaria de Estado de EE UU, Madeleine Albright, estriba en extender sus funciones desde la mera defensa del territorio propio hasta el apoyo de los "intereses comunes". Algunos, como el franc¨¦s Hubert V¨¦drine, plantearon matices.
Albright desminti¨® que pretenda crear una "OTAN global", una suerte de "gendarme universal" v¨¢lido para intervenir en cualquier rinc¨®n del globo. Pero s¨ª postul¨® reinterpretar con flexibilidad el mandato del fundacional Tratado de Washington, que cumple 50 a?os la pr¨®xima primavera.Se trata de dar una lectura amplia al art¨ªculo quinto, que impone a los aliados defenderse mutuamente en caso de agresi¨®n. Durante la guerra fr¨ªa "era f¨¢cil" identificar ese compromiso con la defensa del territorio y la seguridad. Pero ahora "pueden venir amenazas de distintos lugares, incluidas las fronteras inmediatas", lo que puede "afectar a los intereses vitales" de los aliados, aleg¨®. Un ejemplo: las armas de destrucci¨®n qu¨ªmica o biol¨®gica, situadas en radios de acci¨®n muy amplios.
Por ello, sin olvidar que el compromiso central es la defensa del territorio, habr¨ªa que asegurar "una m¨¢s amplia defensa de nuestros intereses comunes". Albright busc¨®, pues, un "equilibrio" entre los conceptos de territorio e inter¨¦s.
"No dramaticemos; de hecho, ya estamos actuando fuera de zona", apoy¨® el secretario general, Javier Solana, refiri¨¦ndose a que las dos ¨²nicas misiones actuales (en Bosnia y Kosovo) se desarrollan m¨¢s all¨¢ del territorio aliado.
El m¨¢s reticente de todos a la idea de una "OTAN global", el franc¨¦s Hubert V¨¦drine, tambi¨¦n estuvo de acuerdo en que los nuevos tiempos y las nuevas armas de largo alcance y alto peligro tambi¨¦n requieren una actualizaci¨®n del "concepto estrat¨¦gico" para permitir actuaciones fuera de zona. "Nuestro compromiso en Bosnia y Kosovo" ha traducido esa exigencia "en hechos", subray¨®.
"Pero no es necesario buscar un nuevo concepto federador, porque correr¨ªamos el riesgo de diluir la Alianza y de dividirnos". Traducido: ampliar las funciones, s¨ª, pero dentro de unos l¨ªmites. Y, en todo caso, bajo la estricta "autoridad del Consejo de Seguridad" de la ONU y "colocando esas misiones" bajo su paraguas.
Aqu¨ª aflor¨® el desacuerdo. Muchos se apuntaron a la tesis de EEUU de que basta actuar de acuerdo con la Carta de la ONU, sin disponer siempre de resoluciones del Consejo. La propia Carta "indica casos en que no es imprescindible ese mandato, como cuando un pa¨ªs es atacado", argument¨® el espa?ol Abel Matutes.
"Caso por caso"
Otros apoyaban a Francia. El denominador com¨²n, de momento, es que las misiones fuera de zona deben decidirse "caso por caso", porque nunca habr¨¢ "casos id¨¦nticos", y siempre que cuenten con el respaldo un¨¢nime de los Diecis¨¦is.En pr¨®ximas discusiones se concretar¨¢ m¨¢s, para alumbrar la nueva doctrina en la cumbre del cincuentenario. En ese clima, la posici¨®n alemana de que la Alianza Atl¨¢ntica debe renunciar a ser la que primero accione el bot¨®n nuclear son¨® a debate germano-alem¨¢n. "Somos una organizaci¨®n defensiva y, en consecuencia, no disparamos primero", replic¨® un alto funcionario.
Los Diecis¨¦is exigieron a Belgrado y a los kosovares que mantengan "escrupulosamente" la tregua y a que concluyan fruct¨ªferamente el di¨¢logo. Y se comprometieron a mantener la operaci¨®n de vigilancia a¨¦rea (entre dos y seis vuelos diarios) y el apoyo a la misi¨®n de verificaci¨®n de la Organizaci¨®n para la Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (OSCE).
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