Barber¨¢
Tiene Valencia una alcaldesa pinturera que gusta de fotografiarse con los premios Nobel que acuden a su ciudad a tanto la pieza de te¨®rica sobre el tercer milenio. La primera autoridad del Cap i casal es, dicho sea sin ¨¢nimo peyorativo, una abrazafarolas que sonr¨ªe, sonr¨ªe y se r¨ªe con raz¨®n o sin ella, con ganas y sin ganas y que es capaz de aprovechar el vuelo de una mosca para, si conviene, improvisar un discurso sobre la modernidad de los d¨ªpteros en el umbral del siglo XXI. En tantas ocasiones ha sido capaz de convertir un hecho en su contrario que sorprende la repentina mudez -a ella, tan dicharachera- que le ha sobrevenido tras los luctuosos sucesos de Natzaret. Ayer, a fuerza de empujones, Rita Barber¨¢ rompi¨® su silencio para hacer notar que se hab¨ªa tenido que morder la lengua para no hablar y para acusar a las asociaciones vecinales de querer hacer pol¨ªtica. Curiosas las dos afirmaciones. La ¨²ltima, por cierto, una muletilla recurrente entre los cargos p¨²blicos del PP cada vez que quieren descalificar a quienes no comulgan con sus ruedas de molino. Claro que las asociaciones de vecinos hacen pol¨ªtica, y qu¨¦. ?Acaso la alcaldesa no se pasa las veinticuatro horas del d¨ªa haciendo pol¨ªtica? ?C¨®mo cree Barber¨¢ que el movimiento vecinal impuls¨® la democratizaci¨®n municipal, haciendo encaje de bolillos? Estos tics se nutren de la filosof¨ªa franquista ( "Haga como yo, no se meta en pol¨ªtica", dicen que dijo Franco) y de la intolerancia m¨¢s rancia. La demonizaci¨®n de la pol¨ªtica es la demonizaci¨®n de la democracia, pero la alcaldesa igual no se ha enterado. Claro que Barber¨¢ confunde adrede la prudencia con el silencio. Y es que en Natzaret no hab¨ªa premios Nobel con quienes fotografiarse, ni farolas a las que abrazarse, ni sonrisas que prodigar. En ese barrio perif¨¦rico de Valencia s¨®lo hay dolor, rabia y miedo. Por sus calles no se ha paseado sir Norman Foster, ni hay otros mausoleos fara¨®nicos que no sean las bases de contenedores ilegales. Unos p¨¦simos compa?eros a los que agarrarse del brazo para la foto.
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