Amenaza la confusi¨®n

Un partido democr¨¢tico no puede tener en sus filas a un alcalde que se dedica a amenazar de muerte, en t¨¦rminos truculentos, a obispos o pol¨ªticos de otros partido. Tampoco es decente ampararse en la existencia de tales amenazas para desentenderse de la suerte de los cargos del PP en Euskadi, sometidos a un acoso sistem¨¢tico por parte de la secci¨®n del llamado MLNV encargada de amedrentar a quienes no compartan su fe. La confusi¨®n es el mejor aliado de quienes amenazan y atacan, porque saben que no tienen argumentos; como los aprendices de terroristas que ayer trataron de quemar viva a la familia de un guardia civil en Pamplona.Arzalluz se refiri¨® el mi¨¦rcoles a un alcalde del PP que le hab¨ªa remitido dos cartas con amenazas graves. Lo dijo para ilustrar su argumento de que no s¨®lo los del PP sufren amenazas en el Pa¨ªs Vasco, pero que s¨®lo ellos hacen del asunto un tema de denuncia pol¨ªtica. Ayer apareci¨® el alcalde amenazador, que reconoci¨® haber enviado las cartas. "Hice mal, pero no me arrepiento", dijo algo incongruentemente. A?adi¨® que s¨®lo se ir¨¢ de la alcald¨ªa cuando as¨ª lo decidan sus vecinos. Todo es bastante lamentable. No es comparable la amenaza postal que denunci¨® Arzalluz con el acoso sistem¨¢tico que sufren en sus negocios -ahuyentando la clientela- o domicilios los cargos electos del PP. Sobre todo porque quienes acosan tienen acreditadas multitud de agresiones contra bienes y personas y no ocultan su proximidad con quienes recientemente han asesinado a seis concejales de ese partido. La ¨²nica actitud democr¨¢tica ante esta nueva escalada es ponerse de parte de los agredidos y, si se tiene alguna influencia sobre los causantes de la agresi¨®n, exigirles que cese. Decir que denunciar esa situaci¨®n es "poco varonil" resulta poco varonil.

Pero eso no justifica al alcalde, ex militante de Fuerza Nueva, de cuyas explicaciones de ayer se deduce que sigue pensando como lo que fue. Ya con ocasi¨®n del caso Bartol¨ªn se puso de manifiesto la existencia en el sustrato municipal del PP de mentalidades y actitudes cercanas al franquismo. Si a Jos¨¦ Luis Quevedo le siguen votando sus vecinos podr¨¢ seguir siendo alcalde de Corvera de Toranzo. Pero no deber¨ªa poder hacerlo amparado en las siglas del PP. La indignaci¨®n por los cr¨ªmenes de ETA es compartida por la mayor¨ªa de los ciudadanos, sin que por ello se sientan autorizados a imitar a los terroristas, proyectando contra sus enemigos sus peores fantas¨ªas. Lo malo es que quienes no piensan en otra cosa ya se frotan las manos viendo que, contra lo que tem¨ªan, la tregua de ETA no es incompatible con sus machadas frente a personas indefensas.