A por el certificado de calidad

Gira Aterrizaje Pop 98 Alternative Scream, Las M¨¢quinas y Una Sonrisa Terrible. Roxy Club. Valencia, 11 de diciembre de 1998El logotipo de ciertas compa?¨ªas discogr¨¢ficas impreso en la funda de un ¨¢lbum se convierte, en ocasiones, en el ¨²nico reclamo necesario para los fans de determinados estilos musicales e, incluso, en un oportuno y valioso certificado de calidad. El sello independiente valenciano Matarile Pop Records, creado por la promotora de conciertos del mismo nombre, todav¨ªa es joven y, por eso, a¨²n debe dar algunas muestras m¨¢s de su buen olfato para que pueda considerarse su ingreso en tan distinguido club, pero su reputaci¨®n, entre la comunidad de aficionados al pop alternativo, crece a pasos agigantados gracias a un peque?o, pero consistente, paquete de nombres (Una Sonrisa Terrible, Ciudadano L¨®pez o Capit¨¢n Am¨¦rica). La actividad de la discogr¨¢fica incluye la organizaci¨®n de la gira Aterrizaje Pop en la que los grupos de su cat¨¢logo pueden foguearse sobre el escenario junto a otros bastante m¨¢s populares. Era la primera vez, aunque ya va por su segundo a?o de vuelo, que el festival itinerante recalaba en la capital valenciana y, quiz¨¢ para no restar protagonismo a sus bandas, los responsables de Matarile optaron por un cartel (o escaparate) privado de artistas de relumbr¨®n. A Una Sonrisa Terrible les toc¨® accionar las palancas del despegue con un cargamento de exquisiteces que unas veces se miran en el espejo del blues y el rock m¨¢s elegante, y otras, con mayor acierto, buscan refugio en el pop de inspiraci¨®n donostiarra. Las M¨¢quinas, como ya es habitual, bordaron un concierto sublime a base de pop hipervitaminado y acicalado con los t¨®rridos vientos (soul y funk a raudales) de Los Fabulosos T¨®rmicos. El cuarteto de Aspe Alternative Scream, el ¨²ltimo fichaje de Matarile, ofrecieron la mayor sorpresa de la velada. El suyo es un pop de alto voltaje que, era cuesti¨®n de tiempo, ha dado la espalda al grunge para explorar el legado de Pixies o Surfin" Bichos. Dos detalles estimables: sus trabajad¨ªsimos ritmos y esas dos guitarras acompa?adas a la perfecci¨®n y, en algunos momentos, tremendamente imaginativas.